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Científicos de la UNAM e IPN prueban equipo tecnológico espacial en vuelo suborbital

Una imagen de la Tierra vista desde el espacio. Existen muchas, provenientes de las agencias espaciales del mundo u obtenidas por pequeños satélites en universidades o centros de investigación. Hacerlo con medios propios es tan fascinante como complicado, enviar un pequeño cohete o pagar el servicio a empresas espaciales para poner equipo satelital o suborbital tan sólo en la estratósfera es complejo.
Es por ello que investigadores y científicos recurren a otros medios más sencillos para “alcanzar” estas alturas, como el empleo de globos estratosféricos, no sólo para capturar imágenes desde lo alto, sino para probar equipo espacial, hacer investigación y monitoreo atmosférico, por ejemplo. Ahora bien, investigadores de la UNAM, IPN y una empresa de base tecnológica lograron poner en (sub) órbita un globo con el sistema de Carga de Servicio Mexicana (CSM).
La CSM es una plataforma del tamaño de un gabinete de CPU con diversos instrumentos tecnológicos en su interior. El logro consiste en el diseño y desarrollo de electrónica especial dentro de esta plataforma, la cual tiene un peso de cerca de dos kilogramos. Este tipo de vuelos son empleados recurrentemente para llevar a cabo investigación a estas alturas con un bajo costo. La NASA lleva a cabo este tipo de prácticas, aunque con globos capaces de soportar cargas útiles de hasta una tonelada.
En el marco de un nuevo momento de la investigación espacial y monitoreo terrestre y la intención de nuestro país de no quedarse fuera de éstos, se realizan diversos esfuerzos por desarrollar tecnología que ocupen nichos en los que el país puede ser competitivo aún.  Para ello se requiere del manejo de las bases, si es que se buscan lanzar pequeños satélites cansats o satélites más grandes en un futuro no muy lejano.
Aquí reside la aportación de los universitarios y politécnicos con el CSM. El pasado 15 de noviembre, el equipo de la Facultad e Instituto de Ingeniería de la UNAM, así como del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico universitario, del Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN y la empresa mexicana Remtronic, lanzaron un globo estratosférico desde la ciudad de Guanajuato.
La CSM alcanzó una altura de casi 35 kilómetros y se expuso a temperaturas de hasta -75 grados; a bordo llevaba consigo equipo computacional de medición de temperatura y otros parámetros meteorológicos, cámara fotográfica, así como un experimento de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), uno de los clientes del servicio espacial, junto con el IPN. Este experimento consistió en exponer a temperaturas extremas y radiación un material de recubrimiento cerámico, pensado para pequeños satélites tipo cubesat.
“El CSM es un especie de laboratorio espacial, que hemos empleado para  probar diversos experimentos”, refirió en conferencia Fernando Velázquez, coordinador del proyecto e investigador de la Facultad de Ingeniería. En próximos lanzamientos, los especialistas del IPN buscan instalar sistemas de flotación de precursores sísmicos… esto es buscar algunos parámetros atmosféricos que adviertan algún tipo de actividad telúrica.
Para llevar a cabo la investigación, lanzamiento y recuperación del equipo, los expertos emplearon los servicios de  Remtronic, la única empresa en el país dedicada a ofrecer este tipo de servicios tecnológicos. El globo es soltado, se eleva y es llevado por las corrientes de aire; los especialistas estiman su trayectoria, la explosión del globo —inevitable, debido a la tensión generada por la altura— y descenso del equipo, amortiguada por un paracaídas.
Todo esto es parte de la importancia del experimento y la prueba. Velázquez explica que el objetivo fundamental de este trabajo, que llevarán a cabo de nuevo en noviembre de 2017, es profesionalizar a académicos y especialistas en el área para dominar este tipo de tecnología, y así llevar a cabo proyectos más complejos, con globos más sofisticados e incluso en el desarrollo de la tecnología y experiencia que se necesitará algún día para la puesta en órbita de satélites diseñados y construidos en México. 
(Nota de Isaac Torres Cruz para La Crónica)

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