Entrenar cerca de la número uno del mundo, María del Rosario Espinoza, es un privilegio y una motivación extra, asegura Carlos Navarro, el más joven de los cuatro taekwondoínes que representarán a México en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Con sólo 20 años de edad y 12 de practicar la disciplina, el originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, dice con la confianza que le dan los entrenamientos: “Desde los nueve años he querido ser campeón olímpico, este proceso para llegar a la selección ha sido largo, pero he estado trabajando todos estos años para lograr ese sueño”.
Navarro, competidor de la categoría de -58 kg, debutará en unos Juegos Olímpicos como número cinco del ranking mundial, rango que le hace soñar con una medalla olímpica: “Estamos preparándonos al cien por ciento, debemos estar atentos en la estrategia y hacer lo que nos gusta, siempre concentrados, que es lo más importante”.
Para llegar a la selección olímpica mexicana tuvo que dejar en el camino a Damián Villa (subcampeón mundial en 2009 y bronce mundial en 2013) y a César Rodríguez (3º del ranking mundial), competidores de mayor experiencia, “el proceso fue intenso en una categoría tan reñida, largas concentraciones, pero creo que ha valido la pena”, agregó.
Cuando tenía ocho años de edad, Navarro vio a través de la televisión a Óscar Salazar subir al podio en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (plata) y luego a María del Rosario Espinoza en los de Beijing 2008 (oro). Desde entonces le picó la espinita de entregarse en pleno al taekwondo y a soñar en comenzar a representar al país en justas mundialistas.
“Luego de verlos por televisión y ahora tenerlos, como entrenador y compañera, me han aportado mucho, experiencia, confianza, técnica, todo para enfrentar los diversos compromisos y llegar a ser seleccionado olímpico, los admiro y los respeto”, dijo.
Ya en el plano de los entrenamientos como seleccionado olímpico asegura que son “de los más exigentes que se pueda uno imaginar, pero así se trabaja todos los días, para pelear por una medalla olímpica en un evento donde estarán los mejores del mundo”, a quienes ya ha enfrentado en su corta estancia en la selección mayor.
“Ya peleé con todos, y creo que la diferencia es que en Juegos Olímpicos serán más intensos los combates y no se compara con otros certámenes”. Navarro los ha enfrentado en Mundiales, Copa del Mundo, Juegos Panamericanos o Grand Prix.
Desde su punto de vista, el iraní Farzan Ashourzadeh Fallah, actual número uno del mundo, será el rival a vencer, así como el coreano Dae-Hoon Lee, número 2 del planeta, “todos son complicados”, aceptó.
De los tres enfrentamientos sostenidos con Ashourzadeh Fallah, el iraní superó por primera vez al mexicano en un evento de Grand Prix por 11-5 en la ronda de cuartos de final en 2014. Se volvieron a encontrar en el Mundial de Cheliábinsk, Rusia, en 2015 y Farzan lo eliminó por 9-2 en cuartos de final; ese mismo año se encontraron en el Grand Prix de Moscú y el iraní ganó la final por marcador de 8-5.
“Ahora estoy en un excelente momento y en 23 ocasiones que he peleado sólo he perdido una vez y siento que voy por un excelente camino”, detalló. Y mientras el momento de su debut llega en Río 2016, Navarro, más María del Rosario y Saúl Gutiérrez, se concentrarán en Cancún, Quintana Roo, a partir del 23 de julio y el 7 de agosto viajarán a Río para la cita esperada.
(Nota de Avelina Merino para La Crónica)