Voces del Periodista Diario

El Museo Nacional de la Estampa cumple 30 años

El director del Museo Nacional de la Estampa (Munae), Santiago Pérez, aseguró que el recinto que en estos días cumple 30 años de existencia “ha logrado consolidarse como un referente nacional en materia de investigación, rescate, difusión y promoción del grabado y la estampa”.
Entrevistado por Notimex en el marco de la inauguración de las exposiciones “Con licencia eclesiástica. El impreso religioso mexicano de los siglos XIX y XX” y “El saber gráfico. Una perspectiva sobre la colección del Museo Nacional de la Estampa a 30 años de su fundación”, el funcionario recapituló sobre el devenir de ese espacio emblemático.
Creado en 1986, el recinto museístico tiene como propósito promover la producción gráfica de artistas mexicanos y extranjeros, así como reunir, conservar y documentar la obra inherente a este género de las artes visuales. Junto con el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, está dedicado exclusivamente a una disciplina específica de las artes visuales.
Así, Pérez explicó que a lo largo de su historia, el Munae ha ofrecido un amplio programa de exposiciones temporales y hoy es el depositario de uno de los acervos de obra gráfica más importantes de este país, además de haber confirmado su visión enfocada a la consolidación de un espacio referencial en el ámbito museístico, tanto a nivel nacional como internacional.
Orgulloso, aunque sabe que falta mucho por hacer, el funcionario señaló que en 30 años ha realizado 320 exposiciones temáticas, genéricas y enfocadas a proyectos artísticos de orden internacional, a revisiones de la creación de artistas emergentes de mediana y larga trayectoria, y a proyectos vinculados a la disciplina artística que da origen a su vocación.
Su acervo, dijo, está conformado por 12 mil 78 piezas, entre estampas, ediciones y matrices originales, “que son un ejemplo del desarrollo universal de la gráfica moderna y contemporánea, y reúne obras de destacados artistas mexicanos en esta disciplina, algunas de las cuales se distinguen como cánones de la producción gráfica mexicana”.
Cabe señalar que el patrimonio artístico que este recinto alberga, instituido a partir de los fondos gráficos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se ha enriquecido gracias a distintos concursos promovidos por el propio museo, como la Bienal de Miniestampa, y donaciones realizadas por diversas instituciones, coleccionistas, creadores y editores.
En ese rubro sobresalen donaciones hechas por la Escuela Nacional de Artes Gráficas y las procedentes de las colecciones de Alfredo Guati Rojo y Octavio Bajonero, y el Taller de Gráfica Popular, y las que han originado proyectos de exhibición, como “Fábulas de Esopo”, de Francisco Toledo, las ediciones litográficas de La Ceiba Gráfica, y otras más.
Creadores de la talla de Francisco Moreno Capdevila, Federico Cantú, José Luis Cuevas, Luis López Loza, Nunik Sauret, Demián Flores, Leticia Ocharán, Adolfo Mexiac, Bela Gold, Carlos Olachea, Arturo García Bustos y los hermanos Castro Leñero, entre otros, han contribuido, con sus donaciones, a incrementar el acervo del museo, añadió Pérez.
Subrayó que la colección del Munae cuenta con la presencia de autores emblemáticos dentro de la gráfica mexicana del siglo XIX y principios del XX, como Manuel Manilla, Santiago Hernández, José Guadalupe Posada, Francisco Díaz de León, Erasto Cortés, Gabriel Fernández Ledesma, Carlos Alvarado Lang y Emilio Amero.
“Contamos con obra de los artistas más destacados del Taller Gráfica Popular y la Sociedad Mexicana de Grabadores, entre ellos Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins, Jesús Escobedo, Alfredo Zalce, Fernando Castro Pacheco, Isidoro Ocampo, Everardo Ramírez, Ángel Bracho, Elizabeth Catlett y Alberto Beltrán”.
Destacan también obras de autores de arte moderno y contemporáneo mexicano como Julio Ruelas, Raúl Anguiano, Rufino Tamayo, José Clemente Orozco, Celia Calderón, David Alfaro Siqueiros, Gunther Gerzso, Mathias Goeritz, Manuel Felguérez, Carlos Mérida, Amador Lugo, Gilberto Aceves Navarro, Vicente Rojo y Leonora Carrington.
Se han sumado, acotó, obras que complementan algunos de sus fondos específicos, como la adquisición de 90 piezas de José Guadalupe Posada impresas por el editor Antonio Vanegas Arroyo, además de obra de autores del mundo que participaron en proyectos de exhibición en el recinto, como Antonio Saura, Pierre Alechinsky, Antoni Tàpies y Georges Visat.
Con respecto a 2012, la afluencia de visitantes se ha incrementado, además de que se ha fortalecido su programa de exposiciones itinerantes. “Nueve proyectos desarrollados en años recientes en el Munae se han presentado en Oaxaca, Michoacán, Yucatán, Veracruz, Querétaro, Puebla, Sinaloa, Guanajuato, Coahuila, Aguascalientes y el Estado de México”.
El programa conmemorativo por el 30 aniversario del Munae integrará actividades académicas y exposiciones, así como la primera etapa del programa de investigación de los acervos gráficos del INBA, la creación de un espacio dedicado a la mediación con plataformas educativas, soportes digitales, talleres y el desarrollo de una agenda editorial.
En ese contexto, anoche se inauguró la exposición “Con licencia eclesiástica. El impreso religioso mexicano de los siglos XIX y XX”, integrada por novenas, alabados, triduos y otros géneros de literatura religiosa con fines rituales. La muestra se centra en el material de siete imprentas; la curaduría se debe al joven curador Raúl Cano Monroy.
Presenta material religioso editado por las imprentas de Alejandro Valdés, Murguía, Vanegas Arroyo, cuyas ilustraciones eran de la autoría de Posada y Manilla, así como de Eduardo Guerrero (abierta de 1900 a 2013). Esas siete imprentas fueron las más importantes, pero existían muchas más, señaló el curador.
Cano Monroy enfatizó que su trabajo de investigación se complicó porque no existen archivos de cada imprenta. En muchas ocasiones, el curador tuvo que teorizar o conjeturar porque existe muy poco material bibliográfico. El trabajo de campo fue su principal herramienta.
Sin embargo, reconoció que “las novenas, por ejemplo, traen pies de imprenta o los años de impresión. Con esto se puede reconstruir parte de los capítulos históricos de este género de impresos. Mi investigación me llevó a revisar cuatro mil piezas, pero en esta ocasión solo se exhiben, por el espacio del recinto, alrededor de 240, probablemente las más representativas”.
Entre esas obras se encuentran alabanzas a la Virgen de los Dolores, la devoción a las cinco llagas de Jesús, la novena de San Judas Tadeo y el réquiem a la Virgen del Carmen, entre otras más.
La exposición se complementa con la presentación de matrices y placas de impresión originales, lo que da al público la idea de la forma como se imprimían esos materiales.
También se inauguró la exposición “El saber gráfico. Una perspectiva sobre la colección del Museo Nacional de la Estampa a 30 años de su fundación”, una revisión de los acervos artísticos del museo bajo la curaduría de experto maestro Erik Castillo; la exposición estará abierta hasta el próximo 24 de julio y es para todo público.
“El saber gráfico. Una perspectiva sobre la colección del Museo Nacional de la Estampa a 30 años de su fundación”, hace una revisión puntual de la colección del Munae por medio de más de 140 imágenes a cargo de más de 81 autores, que dan cuenta del desarrollo y devenir histórico de dicha disciplina artística en México, informó el director del recinto.
“Es una selección representativa de lo que tenemos en este acervo, que propuse desde mi sensibilidad como investigador, escritor y crítico de arte, por lo que elegí imágenes atractivas a nivel de percepción y discurso”, aseguró Castillo, y añadió que el público podrá disfrutar de valiosas piezas elaboradas a lo largo de las últimas tres centurias.
Castillo combinó gráfica de vanguardia y de postvanguardia (contemporánea), con la del siglo XIX, que aún no se entiende como arte en el sentido que lo define la modernidad estética. “Aquí vemos caricatura, prensa ilustrada y tipografía, con el mismo sentido que José María Villasana, José Guadalupe Posada, Manuel Manilla o Vicente Gahona Picheta”.
En esta exposición resaltan obras de autores foráneos que trabajaron en México, así como muestras de la gráfica internacional, con nombres como Georg Baselitz, Richard Serra, Honoré Daumier y Josef Albers. Igual, destacan momentos importantes dentro de la gráfica, como el tránsito del Siglo XIX al XX, y las culturas visuales de la post Revolución Mexicana.

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