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Odebrecht-Pemex, por usos y costumbres

Mouris Salloum. Foto tomada de su TwitterVoces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por: Mouris Salloum George

Está vivo, en instituciones mexicanas de estudio del Derecho (el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, por ejemplo), el debate sobre la justeza de la codificación  y penalización de los delitos graves, cuya ponderación y persecución es facultad del Ministerio Público.

En el centro de gravedad de ese debate está la cuestión de si los delitos económicos no son graves, aún cuando algunos, cometidos por particulares o funcionarios públicos, se podrían poner en el rango de crímenes de lesa Economía nacional.

Donde aparece el gobierno de las manos limpias

En Brasil, toda una legión funcionarios del Estado y ejecutivos de un corporativo trasnacional están indiciados por corrupción en sus modalidades de cohecho, soborno y otras conductas delictivas.

Por el mismo caso, cuya fetidez se extiende hacia otros 14 países, y otros similares,  se investiga y está prisión el ex presidente de Perú, Ollanta Humala. Ayer, en Lima, fue presentado a Fiscalía el también ex presidente peruano, Alan García.

Hasta en Venezuela, ex funcionarios del gobierno bolivariano han sido puestos en manos de la justicia. En fin.

El expediente común que asocia esos nombres es el del gigante brasileño de la construcción y operación financiera Odebrecht-Brasken. Las revelaciones en cortes de Brasil de Marcelo Odebrecht han abierto una profunda y pestilente cloaca a partir de diciembre de 2016, en que el caso empezó a ventilarse a la opinión pública.

El abogado de la firma, Rodrigo Tacla ha descrito el modus operandi: Regalos, fiestas a políticos y financiamiento de campañas electorales, etcétera.

Aquí entra en escena el gobierno azul de las Manos limpias de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa.

Desde la primera Reforma Energética

En Brasil, el buceo entre miasmas de Marcelo Odebrecht data de 2009. Respecto de México, los fiscales y cortes brasileños han abierto un arco que se abre en 2010 y tiene un detente en 2014. Todo gravita sobre Petróleos Mexicanos (Pemex).

Al respecto, digamos que desde 2008 Calderón había comprometido a las bancadas del PRI y del PAN en el Congreso de la Unión en su Reforma Energética. Enrique Peña Nieto culminó la segunda edición de esa reforma avalado por el fáctico Pacto por México (PRI-PAN-PRD).

Un dato climático: Hace meses, el primer director de Pemex del sexenio, Emilio Lozoya Austín desalojo la simbólica torre de la ahora Empresa Productiva del Estado. En 2016 en el Palacio Legislativo de San Lázaro se demandó juicio político en su contra. Fue exonerado a exigencias del PRI.

Hablemos de la Litis: Once contratos a Odebrecht; uno de ellos, referido al gas butano, a precios rebajados aún sobre el 29 por ciento con el que se castiga de por sí la cotización internacional de ese producto.

Hasta el Banco Mundial y el BID embarrados

Uno de aquellos contratos contaría con el aval del gobierno mexicano al través del Banco de Comercio Exterior (banca de desarrollo) para la gestión de un cuantioso crédito sindicado con participación de 17 instituciones bancarias entre las que aparecen el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Es cosa gruesa, pues.

La Procuraduría General de la República (PGR) ha tenido un comportamiento oblicuo, capcioso sobre ese erizado asunto, emitiendo algunos boletines donde se rasuran los contenidos de contratos revelados a medias.

Se ha hablado, sin embargo, de más de una docena de ex funcionarios y funcionarios en activo, llamados a comparecer ante el Ministerio Público.

Hemos dicho que las indagatorias brasileñas se remiten a 2009. Casi en sigilo, el procurador federal Raúl Cervantes Andrade (experto en tarjetas Monex y Soriana), acompañado de un “equipo de técnicos” viajó a Brasil apenas en febrero pasado. Se dijo que en solicitud a la Justicia brasileña de asistencia jurídica conforme al Derecho Internacional.

De febrero para acá, se ha hablado mucho de los huachicoleros, del socavón del Paso Exprés de Cuernavaca; ahora de los ojos de Pancha de Tláhuac. ¿Y de Odebrecht? Con el tango: Silencio en la noche/ ya todo está en calma…

Hace unas horas, Transparencia Mexicana (TM) salió al ruedo para pedir que no se le dé más rodeos al pantano. ¡Acción! ¡Aquí y ahora! ¿Cuántos años tiene TM exigiendo lo mismo? A estas horas ni fiscal de Anticorrupción hay: Dejemos que huya la Nueva comalada de ricos. Son nuestros usos y costumbres.

 

  

 

 

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