Pedro Infante no ha muerto, pese que han pasado 59 años en su tumba del Panteón Jardín, sus fans de toda la vida cantaron sus canciones, dijeron sus frases, lloraron y hasta brindaron y sobre todo emitieron ese grito peculiar del ídolo inmortal.
En ese camposanto, tal y como lo hacen cada 15 de abril, aparecieron sus dobles, aquellos personajes que dejaron un recuerdo para siempre en la cultura del pueblo de México.
El indio Tizoc, Pepe “El Toro”, Los Tres Huastecos, Pedro “El Motopatrullero”, Pedro “El Malo”, estuvieron presentes en la caracterización que hicieron sus fans, precisamente en el pedazo de tierra que guarda sus restos.
Con el sentimiento a flor de piel, los asistentes no dudaron en entonar sus canciones: “Amorcito corazón”, “La vida no vale nada”, “100 años”, “Qué te ha dado esa mujer”, “El piojo y la pulga”, entre otras.
Para muchos, no habrá un ídolo como Pedro Infante, porque fue y sigue siendo el prototipo del hombre mexicano, carismático, detallista y mujeriego, dijo un empleado del Seguro Social, quien vistió para esta ocasión el traje del indio Tizoc.
Aunque hubo mucha música en su tumba y bastante presencia de la gente, las coronas de aniversario faltaron, dijo una de sus fans, la cual gustosa cargaba unos muñecos de los personajes de “El Vagabundo” y Pepe “El Toro”.
En tanto, muy cerca del lugar donde se estrelló el avión en que viajaba en la Ciudad de Mérida, decenas de personas se dieron cita poco antes de las ocho de la mañana en la esquina de La Socorrito, ubicada en la calle 54 y la 87, para celebrar el LIX aniversario luctuoso de Pedro Infante, quien perdiera la vida el 15 de abril de 1957.
Poco después de las nueve de la mañana, uno de los hijos, “El Torito” Infante, en compañía de un comité organizador de la ciudad, depositaron una ofrenda floral frente a la placa que se ubica en la esquina de La Socorrito, donde existe un monumento erigido en su honor.
(Nota de Enrique Hernández para La Prensa)