El Buen Fin llegó a su fin y le dio fin a muchas cosas, pero principalmente a los bolsillos de los consumidores. ¿No lo cree? Pregúntele a los desconsolados jefes de familia.
Y muchos gringos malévolos se sentirían como Juan en su casa al venir a vivir a México. Pero, ¿para qué queremos más gente transa y corrupta?