México es país de monumentos y estatuas formidables. A las estatuas de nuestros próceres, que siguen estando presentes por su huella indeleble, debemos agregar las estatuas a la ineptitud del gobierno y a la delincuencia, que sigue presente.
Y Agustín Carstens dejará el timonel del Banco de México, cargo de mucha responsabilidad, delicado e importante. Junto con el peso, son dos desplomes que calan hondo en la economía del país.