CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre de 2017.- La Ciudad de México no sólo fue víctima, el pasado 19 de septiembre, del terremoto de 7.1 grados, sino, también, de la permisividad política que la volvió un nicho para la industria inmobiliaria, misma que se ha conducido sin ética, al igual que el funcionario público y el ocupante, señaanalista y político, José Alfonso Suárez del Real.
Entrevistado hoy por Celeste Sáenz de Miera, en Voces del Periodista Radio, señaló que la capital del país debe replantear su modelo de desarrollo, a partir de espacios saludables y certeros, que le den a la población una mejor calidad de vida, y no sólo jugosas utilidades a los consorcios inmobiliarios.
La periodista, a su vez, hizo énfasis en que después del terremoto del 19 de septiembre de 1985 se dijo que no se permitiría construir en las zonas más sensibles, como la de la Alameda Central, lo cual finalmente no se respetó.
Suárez del Real y Aguilera agregó que la clase política también ha sido estremecida, por un sismo mayor al de 7.1 del 19 de septiembre pasado.
Recordó que en 1985, cuando el terremoto del 19 de septiembre, estábamos a la mitad del sexenio. Ya había pasado la elección y el PRI mantenía el control de un gobierno monolítico. No estaba próxima la transferencia del poder.
En la actualidad, en cambio, la sucesión presidencial está próxima, con todo lo que eso conlleva. Si los políticos utilizan esta tragedia para beneficio personal, o para golpear a los otros, cavarán la tumba del sistema pluripartidista que hemos ido construyendo de 1985 en adelante, sentenció.
El periodista Jorge Santa Cruz, por su parte, expresó que existe un descontento público, manifiesto y hasta valiente, contra el sistema y los funcionarios del mismo, que lo único que han hecho es lavarse las manos y -para colmo- tratar de capitalizar la desgracia con miras a las elecciones del 2018.