- Bajo la dirección de Irina González, la propuesta se presenta por primera vez en el Teatro Sergio Magaña, desde el pasado 13 de mayo de 2017-
¿Qué es o quién es normal?, ¿quién lo dictamina?, ¿cuáles son las diferencias?, estos son algunos de los cuestionamientos que plantea la puesta en escena El truco de Patrick, escrita por el dramaturgo alemán Kristo Sagor y dirigida por Irina González, que se estrenó el pasado 13 de mayo del presente año en el Teatro Sergio Magaña.
Patrick, un niño de 11 años, siempre ha querido tener un hermano. Una noche escucha a sus padres platicar en la cocina. Su mamá está embarazada y él se pone feliz. Pero cuando ellos hablan bajito en la cocina es que algo no está bien, algo pasa… su hermanito será diferente, no saben si logrará hablar pues tiene trisomía (anomalía genética caracterizada por la aparición de un cromosoma superfluo en un par).
Patrick, apoyado por su hermano que aún no nace y con quien comparte todas sus reflexiones, investiga entre sus conocidos (su mejor amigo, sus profesores, un boxeador croata, una chica que vende verduras y hasta el niño a quien todos temen) qué es lo que tiene su hermano y de qué manera puede ayudarlo.
Ésta es la tercera obra de Irina González, quien ahora aborda el tema de la discapacidad y la discriminación; una situación que se presenta cotidianamente y que se debe de erradicar, desde el primer círculo social, que es la familia a través de la educación de los niños.
La historia de esta dinámica puesta en escena es contada por Patrick y su hermano que aún no nace. Los dos interpretan a su vez a cada uno de los personajes involucrados en la trayectoria de Patrick, por medio de la multiplicidad de personajes, recurso que no es nuevo en el teatro pero que imprime un ritmo más ágil en las actuaciones, lo que se puede llamar también como “meta juego”, mismo que representa un reto actoral y en la dirección.
Los actores Ricardo Cortés y Emiliano Yáñez darán vida a los diferentes personajes con la ayuda de utilería, vestuario y escenografía, pero principalmente con la expresión corporal, herramienta con la que crearán diferentes juegos lúdicos.
“Al leer el texto descubrimos muchas cosas, que van más allá de la reflexión de la discriminación y la discapacidad, sino de la discriminación a todos aquellos que son diferentes a nosotros”, apunta Irina González, en entrevista.
Durante la obra, Patrick se encuentra con diversos personajes que nos hacen ver que ellos también son diferentes al contexto de él, como su amigo, su maestro, una mujer con síndrome de down que vende verduras hasta el niño extranjero al que todos temen, de esta manera construye un camino y a la vez un juego de niveles, el cual tiene que superar para llegar el final, cual si fuera un videojuego.
Se trata, dice, “de una obra pertinente e incluso necesaria para la sociedad actual, porque en general lo que promueve es el amor y la otredad, lo que es imprescindible en estos días, porque cada vez somos más ajenos a los otros, más egoístas, y nos olvidamos de convivir con los demás; esto por el trabajo excesivo o el ensimismamiento en los dispositivos móviles; olvidando que a través de la convivencia se genera el cariño y el amor”.
El truco de Patrick está dirigida principalmente a niños mayores a seis años y busca dejar una reflexión sobre el respeto a los demás y a las discapacidades; sin embargo es una obra que puede disfrutar todo el público y sacar a su niño interior.
La directora de la obra destaca que “el punto de partida para concebir el montaje escénico de El truco de Patrick es tal cual que Patrick y su hermano que aún no nace se encuentran jugando. Tenemos claro que el juego es el modo de exploración de los niños. Más allá de verlo como mero entretenimiento, consideramos que el juego (como el teatro) es una manera de investigar la realidad, para subvertirla, reinventarla y trascenderla”.
Explica que “es por ello que los personajes mientras averiguan y reflexionan, juegan con objetos y accesorios para disfrazarse y probar ser otros, juegan con los muebles para concebir espacios diferentes, juegan con objetos que iluminan para generar atmósferas, en fin, juegan con todo y sin embargo es una investigación compleja y seria.
“De este modo la escenografía está compuesta de piezas que pueden acomodarse de distinta manera para armar espacios diferentes, como un juguete armable. La primera imagen es la litera que nos recuerda el compartir el dormitorio entre hermanos. ¿Quién gana la cama de arriba?, ¿cómo se transforma la cama de abajo en un escondite, un carro, o hasta un escenario?, donde las cobijas de la cama de arriba pueden ser un telón”, añade.
Finalmente, agrega que “a partir de este trabajo lúdico, pretendemos lograr que los espectadores se involucren con lo que está sucediendo, tener apertura ante el juego propuesto para poder participar de los descubrimientos de Patrick, reflexionar sobre el tema y tomar una postura al respecto”.
La dramaturgia de El truco de Patrick, cuyo título en su idioma original es Patrick Trick, obtuvo el Premio de la Juventud Teatro Baden-Württemberg, en 2014, además de ser nominado para el Premio de Teatro Infantil de Alemania 2014.
Irina González es egresada de la maestría en Dirección Escénica en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, y licenciada en Literatura Dramática y Teatro en el área de Dirección de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 2007 fundó y administró Xinachtli Artes, un centro independiente de artes en Tlalnepantla, Estado de México. De 2008 a 2013 fue asistente de la Dirección de Teatro UNAM. Desde 2013 labora en el Departamento de Producción en Teatro UNAM.
El truco de Patrick se presenta desde el pasado 13 de mayo y terminará temporada el próximo 11 de junio de 2017, con funciones los sábados y domingos a las 13:00 Hrs, en el Teatro Sergio Magaña, ubicado en Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera, cerca de la estación San Cosme de la Línea 1 del metro.
Boletos en la taquilla del recinto. Localidades: 141 pesos, 50% de descuento a estudiantes, maestros, trabajadores de gobierno y miembros del INAPAM con credencial vigente.