El 80 por ciento de los mexicanos que compran en tiendas de abarrotes, misceláneas, estanquillos o changarritos asegura que su poder adquisitivo ha disminuído de enero a agosto de 2015 y 90 por ciento considera que el futuro económico del país “va de mal en peor”, indica una encuesta aplicada por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
“El 70 por ciento de los consumidores piensan que la economía nacional está estancada y la mitad considera que su economía personal ha empeorado en este año. El total de los consumidores de ‘tienditas de la esquina’ reprueban la política económica y financiera emprendida por el gobierno de Enrique Peña Nieto”, informó la organización.
La Anpec realizó antes tres encuestas entre sus afiliados de las principales ciudades del país sobre el desempeño de las ventas, pero en esta ocasión enfocó el sondeo a los clientes del gremio para conocer su percepción sobre su propia capacidad de compra y la situación económica del país.
Los mexicanos consideran que la economía está estancada y vislumbran un panorama gris, pues el 90 por ciento de los consumidores dijo no tener confianza en la situación actual, aseguró Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec al presentar los resultados de la cuarta encuesta titulada ‘El futuro de México, ¿Qué nos depara?’
Precisó que de cada diez consumidores entrevistados, 8 consideraron que la economía nacional empeorará el próximo año, 9 manifestó tener menos confianza que antes en las iniciativas económicas del gobierno federal e igual número está convencido que la devaluación del peso frente al dólar perjudica la economía del país, disparará los precios de los productos y habrá una reducción permanente en su gasto.
Rivera insistió en que debe reactivarse el comercio, cuyas ventas han caído mientras aumenta la informalidad y hay un repudio generalizado contra los impuestos.
La encuesta también señala que 70 por ciento de los consumidores consideran que en México se carece de instancias que verdaderamente defiendan sus derechos e intereses y revela su inconformidad por la deficiencia en la prestación de servicios públicos como la electricidad, la telefonía y el transporte. Un 80 por ciento de los encuestados considera que son demasiado caros y de mala calidad, en tanto 100 por ciento está en desacuerdo que la gasolina sea más cara que en Estados Unidos puesto que ello eleva los costos de productos y servicios.
Con información de La Jornada