Un caso de abuso sexual en la Universidad de Stanford, en el norte de California, ha generado una ola de indignación entre la comunidad estudiantil después de que un alumno “blanco y atleta estrella” que se aprovechó de una joven inconsciente fuera condenado solo a 6 meses de cárcel.
Brock Turner, de 20 años, fue sentenciado el pasado jueves por tres cargos de asalto sexual que podrían haberle supuesto hasta 14 años en prisión, pero el magistrado Aaron Persky, de una corte de Santa Clara (California), consideró que una pena larga podría tener un “impacto severo” en el convicto, que tendrá que pasar tres años en libertad condicional y registrarse como delincuente sexual el resto de su vida.
“El castigo no es acorde con el crimen”, dijo el fiscal de distrito Jeff Rosen, quien encabezó el caso en contra de Turner, cuyo padre Dan Turner, en un escrito a Persky tras conocerse en marzo el fallo condenatorio del tribunal, pidió al juez que no arruinara el futuro de su hijo.
“Esto es un precio muy alto por 20 minutos de acción a lo largo de 20 años de vida”, comentó el papá sobre el muchacho que apuntaba a competir en unas Olimpiadas. Su testimonio al juez, previo a la sentencia, fue publicado por Michelle Dauber, una profesora de leyes en Stanford, en su cuenta de Twitter este fin de semana.
“La vida de Brock se ha visto profundamente alterada para siempre por los eventos del 17 y el 18 de enero (2015). Él nunca será ese (chico) feliz de personalidad alegre y tranquila y una sonrisa acogedora. Cada minuto que está despierto está consumido por la preocupación, la ansiedad, el miedo y la depresión”, comentó el progenitor. Su declaración echó más leña al fuego al controvertido desenlace judicial de esta agresión sexual.
“Tú has sido condenado por violarme, de forma deliberada, por la fuerza, sexualmente, con malas intenciones, y solo eres capaz de admitir que consumiste alcohol. No hables de la manera triste que ha cambiado tu vida ‘porque el alcohol te hizo hacer cosas malas’. Encuentra la manera de asumir la responsabilidad de tu propia conducta”, declaró la víctima en una sentida carta que leyó a su agresor en el juicio después de saber la sentencia.
Doce páginas que narran la experiencia de la joven de 23 años, que fue a una fiesta universitaria a acompañar a su hermana y tomó más de la cuenta. Para cuando se despertó estaba en una camilla de hospital donde le contaron lo que había pasado.
“Tú no me conoces, pero has estado dentro de mí, y por eso estamos aquí hoy”, le dijo la joven a su agresor. Así comenzó su misiva a Turner, en la que habla de forma descarnada sobre cómo aquel abuso, que entre otras cosas consistió en una penetración vaginal con algún objeto, cambió su vida.
“Mi independencia, mi alegría natural, mi amabilidad, y el estilo de vida estable que había gozado fueron distorsionados. Quedaron irreconocibles. Me convertí en una persona aislada”, manifestó la víctima.
La noche del delito
El asalto ocurrió la noche del 17 al 18 de enero de 2015 detrás de un basurero en un espacio público de la universidad. Turner y la joven se encontraron en la fiesta de una fraternidad y, según el relato de él, en un momento dado deciden ir a su dormitorio. Ella se cae a mitad de camino y se produce el ataque. Según el joven, ella accedió.
Turner fue cazado por dos estudiantes de Stanford que intervinieron para frenar la agresión. La víctima fue hallada desvestida y no recuperó el conocimiento hasta horas después. El atacante fue detenido acusado de abusar sexualmente a una mujer inconsciente e intoxicada.
Turner fue condenado en marzo por intento de violación, penetración de una persona intoxicada, y penetración de una persona inconsciente.
“El depredador ha fallado en asumir su responsabilidad, ha fallado en demostrar su remordimiento y ha fallado en decir la verdad. La sentencia no tiene en cuenta la verdadera gravedad de este asalto sexual, o el trauma que continúa sufriendo la víctima”, señaló el fiscal Rosen.
Críticas al juez
Horas después de conocerse la sentencia de 6 meses, se puso en marcha una campaña en la página Change.org para pedir a las autoridades californianas que retiren de su puesto al juez Persky por su indulgencia con el convicto que se atribuye al hecho de que Turner es “un hombre blanco y atleta estrella de una prestigiosa universidad”. La víctima no era alumna del centro.
En el momento en el que se escribió este artículo más de 100,000 personas habían firmado la petición. Antes de la sentencia centenares de estudiantes de Stanford pidieron al juez por carta que al menos encerrara a Turner dos años.
