Abraham Castillos alega que hace dos años fue detenido tres veces en la calle por patrullas del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) por estar calvo y vestir camiseta blanca.
“Se paraban a la par de donde caminaba y me preguntaban a qué pandilla pertenecía. Yo les decía que no era pandillero y de todos modos me registraban y tomaban mi identificación”, dice Castillos, de 45 años de edad.
“Si yo hubiera sido güero o hubiera llevado traje de oficina, no me hubieran detenido. No confío en la policía, son racistas y prejuiciosos y no soy el único con este tipo de experiencias negativas”, sostiene el residente de Los Ángeles.
Para tocar el tema del racismo y los prejuicios con el que este departamento se ha hecho famoso negativamente entre las minorías, este martes la Comisión de Policía de Los Ángeles llevó a cabo una junta.
Durante la reunión, a la que asistieron varios residentes de la comunidad, se reveló un reporte que observa a diferentes agencias de la ley manejar los alegatos de discriminación y racismo.
Y aunque oficiales del departamento enfatizaron haber tomado algunos pasos para aliviar este problema, tales como el entrenamiento de nuevos reclutas para prevenir estas conductas y un chequeo más estricto en los potenciales candidatos a policías, activistas de la comunidad sostienen no creer en el departamento aún.
“Una junta no va a solucionar nada. No niego que es buena la apertura a discutir el tema, pero todo cambio estructural lleva tiempo en más reuniones con los activistas comunitarios y acciones con las que podamos ver los cambios”, dice Rodrigo Díaz, miembro de The Vermont Manchester Colaborative, una organización contra la violencia en el sur de Los Ángeles.
“Aquí el LAPD no acepta culpa, simplemente, ni nunca la va a aceptar, y para muestra están las estadísticas del año pasado”, dice Díaz.
El activista se refiere a un reporte dado a conocer en diciembre del 2015, donde se reveló que entre el 2012 y el 2014, hubo 1,356 acusaciones en contra de la policía. Sin embargo, la policía no sostuvo ninguna de estas quejas como cierta o no encontró suficientes evidencias para inculpar a sus agentes.
Hamid Kahn, coordinador de campaña de Stop LAPD Spying Coalition, sostiene que es inaudito que de todas estas quejas, no haya resultado un solo culpable. “Esencialmente somos una comunidad de mentirosos entonces”.
El reporte discutido este martes, da a conocer que menos de la mitad de afroamericanos dice considerar honesta a la policía, en comparación a la comunidad anglosajona con 74 por ciento y latinos con el 71 por ciento.
Contrario a otras 10 agencias, LAPD revisa y acepta todas las quejas, según el reporte. Las otras agencias son más reacias con los alegatos y las investigaciones. Asimismo, LAPD sostiene que solamente la policía de San Diego, San José y Washington D.C., han comprobado cuatro testimonios de incidentes de racismo dentro de sus departamentos desde el 2011.
Michael Brown, de la organización Stop Police Brutality, sostiene que las estadísticas del reporte hablan por sí solas.
“No tenemos que venir a la junta para quejarnos de que existen las quejas, eso nadie lo duda. De que no las están estudiando cómo tiene que ser, eso es cierto también”, asevera Brown.
“La llave está en darle más presión a las autoridades para que continúen haciendo cambios, porque si nos confiamos de ellos así como están ahora, nunca va a ver un cambio contundente”, agrega el activista.
(Nota de Selene Rivera para Hoy)