Mayor inversión en tecnología, mejorar el sistema de transportación y tener amplia capacitación, son los requisitos a cumplir por los productores mexicanos para continuar con las exportaciones de alimentos hacia Estados Unidos, ante la aplicación en el país vecino de la nueva reglamentación de la Ley sobre la Modernización de la Inocuidad Alimentaria.
Este jueves, en conferencia de prensa conjunta entre el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en ingles), Enrique Sánchez Cruz, director en jefe del Senasica, dijo que se han tenido diversas reuniones informativas con los productores mexicanos para que sepan y se preparen ante la nueva regulación respecto a producción, transportación y certificación de los productos, ya que a mediados del próximo año entrará en vigor la nueva regulación.
Expresó que los productores mexicanos, que ahora exportan el 78.5 por ciento de los agroalimentos a Estados Unidos, requieren conocer bien la nueva regulación “para garantizar que en este esquema se tenga un profundo conocimiento de una regulación que, si queremos exportar hacia Estados Unidos, como lo estamos haciendo y muy bien ahora, es cumplir con las regulaciones”.
Señaló que no se trata de quitar todo lo que se ha hecho hasta ahora pues “de hecho lo estamos haciendo bien, pero hay ciertos detalles que necesitamos difundir para que nuestros productores conozcan perfectamente bien y estén capacitados”.
Michael Taylor, comisionado adjunto de Alimentos y Medicina Veterinaria de la FDA, dijo que la nueva regulación se determinó hace unos seis años para evitar problemas en los alimentos y proveer productos más seguros al consumidor, además de establecer medidas modernas y eficientes en los sistemas de producción.
Dijo que el propósito de la ley es que los productores, de México o de otro lugar del mundo, implementen las medidas de seguridad adecuadas y destacó que el reto no es unificar estándares de producción, sino verificar que se cumpla con esos estándares.
Respecto al costo que implicará para los productores mexicanos cumplir con la normatividad estadounidense, Taylor dijo que dependerá de la situación en la que se encuentren en lo individual, pues algunos que ya están llevando a cabo prácticas modernas en la producción de alimentos para garantizar su inocuidad, tal vez hagan una inversión mínima.
Aunque añadió que “los requisitos para pruebas de agua, que tal vez sean nuevos para algunos productores, tal vez van a tener un poco de costo, pero lo mismo van a pagar los productores en Estados Unidos”.
(Nota de Blanca Estela Botello para La Crónica)