Dominique Strauss-Kahn se enfrentó esta semana a una lluvia de acusaciones mientras avanza su juicio en una corte francesa donde se le acusa organizar fiestas con prostitutas.
El extitular del Fondo Monetario Internacional (FMI), de 65 años, está acusado de incitar cerca de una docena de fiestas que sabía que involucraban a prostitutas entre 2008 y 2011 en la ciudad de Lille, en el norte de Francia, en Washington, Bruselas y París.
Era cuatro veces al año, no más que eso. No era esta actividad fuera de control que la denuncia sugiere”, se justificó Strauss-Kahn, quien vestía un sobrio traje negro con corbata gris. “Las mujeres se me ofrecían”, dijo.
Una exprostituta belga llamada Jade acusó que Strauss-Kahn la forzó a tener sexo anal sin perdirle su permiso en un hotel en Bruselas en 2009, algo que el extitular del FMI aceptó que ocurrió.
El encuentro ocurrió luego de una visita a un club swinger en Bélgica y en su defensa Strauss-Kahn afirmó que no sabía que Jade era prostituta, a pesar de que sabía que trabajaba para un club sexual.
El trio con Jade y otra mujer ocurrió en un hotel en Bruselas, donde Strauss-Kahn tuvo sexo anal con ambas mujeres.
Hubo un momento que fue muy poco placentero”, dijo la mujer. “Cuando estaba costada dándole la espalda a DSK, sufrí una penetración. Si me hubiera preguntado hubiera dicho que no. Eso no me gusta”, afirmó la mujer, que dijo que Strauss-Kahn tenía un comportamiento “animal”.
En tanto, otra prostituta llamada Sandrine Vandenschrick afirmó que descubrió a Strauss-Kahn con ocho mujeres en una suite de un hotel en París, todas acostadas en una cama. Ella dijo que no quiso participar en lo que calificó como una “carnicería” y se retiró.
Había “actividades (…) contra la naturaleza. No estaba acostumbrada a hacer cosas de este tipo”, dijo otra mujer, en tono suave y dubitativo. “No era violencia, era una relación de fuerza”, agregó.
A pesar de hacer gestos de que estaba incómoda con la práctica, la mujer la permitió “porque realmente necesitaba ese dinero y tenía miedo de irme sin él”.
Él sonreía desde el principio hasta el final”, agregó la mujer, que acusó que fue tratada peor que un objeto.
Strauss-Kahn era visto como el siguiente presidente de Francia antes de ser acusado de agresión sexual por una mucama de un hotel de Nueva York en 2011. Los cargos criminales estadounidenses fueron desestimados, pero más tarde aparecieron acusaciones de que participó en el círculo sexual que describen las prostitutas.
Sus abogados reconocieron que su cliente participó en fiestas sexuales pero dijeron que él no sabía que las mujeres eran prostitutas por lo que rechazaba el cargo en su contra de proxeneta, o en términos legales de “proxenetismo con circunstancias agravadas”.
La prostitución no está prohibida en Francia, pero si está prohibido el proxenetismo.
Strauss-Kahn, quien dice que su carrera política está terminada, podría enfrentar una condena a 10 años de prisión y una multa de hasta 1.5 millones de euros si es encontrado culpable.
Con información de Excelsior