Autoridades de Indonesia suspendieron hoy a varios empleados por negligencia a la hora de controlar el tráfico aéreo, nueve días después de la caída de un avión de AirAsia en el mar de Java. Del que hasta ahora se han recuperado 37 cuerpos, algunos de ellos aún en sus asientos por el cinturón de seguridad. Muchos otros cuerpos podrían seguir dentro del avión.
El capitán del barco patrulla, Yayan Sofyan, dijo a la prensa que “encontramos lo que muy probablemente sea la cola delavión”. No quedó claro inmediatamente si se refería a uno de los cinco grandes objetos detectados por barcos de búsqueda durante el fin de semana.
La caída del avión que se dirigía a Singapur, con 162 personas a bordo, fue el primer accidente fatal que sufre el grupo AirAsia desde que empezó a operar en 2002.
El Ministerio de Transporte separó de sus puestos a empleados del aeropuerto de Surabaya, informó el director de Transporte Aéreo, Djoko Mirjatmodjo.
La cartera dijo también que tres días después de la caída del avión había emitido una instrucción que hacía obligatorio que un funcionario de las aerolíneas informe personalmente a los pilotos sobre las condiciones climáticas y otros temas operacionales antes de cada vuelo.
Expertos de aviación dijeron que era una práctica común en la industria, pero no estaba claro de inmediato si se trata de un procedimiento habitual en Indonesia.
Fueron suspendidos todos aquellos que permitieron el vuelo pese a que la aerolínea no tenía licencia para operar los domingos la ruta Surabaya-Singapur. Solamente podía volar esa conexión cuatro días a la semana.
La medida no guarda relación con el accidente en sí, se añadió, cuyas causas siguen siendo un misterio hasta hoy. El avión cayó al mar tras anunciar que iba a subir de altitud para evitar unas nubes de tormenta, pero no hubo ningún pedido de auxilio y por ahora no se han encontrado las cajas negras con el registro de las conversaciones en la cabina de pilotos y los datos técnicos del aparato.
Con información de DPA y Reuters