Solo falta que las autoridades determinen el día y la manera en que se derribará la casa ubicada sobre el talud de Santa Fe, propiedad de Arturo Rosette. Mientras tanto, Protección Civil ya realiza trabajos de mitigación de riesgo en el área.
La zona ya está preparada para la mitigación de riesgos, pero por el momento solo se aprecia la maquinaria en el sitio. Autoridades de la delegación Cuajimalpa señalaron que corresponde al Gobierno del Distrito Federal determinar en qué momento se llevará a cabo el derrumbamiento de dicho inmueble.
Por su parte el secretario de Protección Civil del Distrito Federal, Fausto Lugo, informó que ya se iniciaron los trabajos para la mitigación de riesgos en el lugar. Al aclarar que la determinación corresponde a la Secretaría de Obras del Distrito Federal, detalló que son tres los escenarios los que deben atenderse de manera inmediata. Primero se contempla la parte ubicada en la calle Tamaulipas 250. Luego la parte del prisma vertical que está en la zona central viendo hacia el oriente, y la parte donde se localiza la casa.
Una combinación de corrupción y deslaves han generado una ola creciente de complicaciones, acusaciones y demandas en el caso de las afectaciones en la zona residencial Prados de la Montaña, en Santa Fe.
El más reciente movimiento sísmico, ocurrido el día lunes, provocó más desgajamientos en el talud donde se sitúa la unidad Prados de la Montaña, acentuando el peligro para sus habitantes.
La medida prioritaria es obtener los análisis de riesgo en esa zona y en otros puntos de Santa Fe, pero también se deben esclarecer las responsabilidades de las empresas constructoras, propietarios, y autoridades del gobierno que hayan permitido la construcción de unidades habitacionales, oficinas y de comercio en los distintos desarrollos de Santa Fe, tanto en el pasado como en el presente.
La zona habitacional Prados de la Montaña es un ejemplo claro de cómo se sobrepone el afán de lucro, la especulación inmobiliaria, la corrupción entre empresarios y autoridades, y la sed de ostentación, antes que pensar en el sentido común.Solo falta que las autoridades determinen el día y la manera en que se derribará la casa ubicada sobre el talud de Santa Fe, propiedad de Arturo Rosette. Mientras tanto, Protección Civil ya realiza trabajos de mitigación de riesgo en el área.
La zona ya está preparada para la mitigación de riesgos, pero por el momento solo se aprecia la maquinaria en el sitio. Autoridades de la delegación Cuajimalpa señalaron que corresponde al Gobierno del Distrito Federal determinar en qué momento se llevará a cabo el derrumbamiento de dicho inmueble.
Por su parte el secretario de Protección Civil del Distrito Federal, Fausto Lugo, informó que ya se iniciaron los trabajos para la mitigación de riesgos en el lugar. Al aclarar que la determinación corresponde a la Secretaría de Obras del Distrito Federal, detalló que son tres los escenarios los que deben atenderse de manera inmediata. Primero se contempla la parte ubicada en la calle Tamaulipas 250. Luego la parte del prisma vertical que está en la zona central viendo hacia el oriente, y la parte donde se localiza la casa.
Una combinación de corrupción y deslaves han generado una ola creciente de complicaciones, acusaciones y demandas en el caso de las afectaciones en la zona residencial Prados de la Montaña, en Santa Fe.
El más reciente movimiento sísmico, ocurrido el día lunes, provocó más desgajamientos en el talud donde se sitúa la unidad Prados de la Montaña, acentuando el peligro para sus habitantes.
La medida prioritaria es obtener los análisis de riesgo en esa zona y en otros puntos de Santa Fe, pero también se deben esclarecer las responsabilidades de las empresas constructoras, propietarios, y autoridades del gobierno que hayan permitido la construcción de unidades habitacionales, oficinas y de comercio en los distintos desarrollos de Santa Fe, tanto en el pasado como en el presente.
La zona habitacional Prados de la Montaña es un ejemplo claro de cómo se sobrepone el afán de lucro, la especulación inmobiliaria, la corrupción entre empresarios y autoridades, y la sed de ostentación, antes que pensar en el sentido común.
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