CIUDAD DE MÉXICO.- A escasos metros de la Plaza Pino Suárez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron restos de una subestructura prehispánica que debió ser parte de un espacio sagrado del calpulli de Cuezcontitlan, “Lugar de las trojes”.
Así lo informó Donají Montero Guzmán, perteneciente a la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, quien abundó que el hallazgo se produjo tras las excavaciones del trabajo de rehabilitación integral que realizan las autoridades del Espacio Público de la Ciudad de México.
El hallazgo consiste en un basamento sobre el que estaban habitaciones, posiblemente destinadas a cuestiones administrativas o religiosas del barrio de Cuezcontitlan. Como es sabido, en la década de los setenta del siglo pasado se hicieron excavaciones para construir la línea 2 del Metro, lo que derivó en el descubrimiento del adoratorio del dios mexica del viento, Ehécatl, que se halla en las instalaciones de transbordo entre la línea 2 y la línea 1 del Metro.
El calpulli o barrio de Cuezcontitlan era estratégico, pues permitía una rápida y eficaz distribución de productos agrícolas en las parcialidades de Teopan (también llamado Zoquipan o Xochimilca) y Moyotlan.
En la cala más amplia de las dos abiertas, se observa un muro de aproximadamente siete metros de largo que corre dirección este-oeste; y una sección más del muro de 1.20 metros de longitud que va en sentido norte-sur, alcanzando 1.70 metros en su punto más alto.
Sobresalen restos de sus aplanados originales que están siendo debidamente conservados por la arqueóloga; ese mismo aplanado de cal destaca en el piso que tiene la misma longitud de los muros al rebasar los ocho metros.
“Tenemos aproximadamente 25 metros cuadrados de la estructura prehispánica, entre muros y piso”, calcula la arqueóloga Donají Montero.
Fotos: INAH