Se estima que en la Ciudad de México hay aproximadamente 10 millones de árboles y el 50 por ciento de éstos están infectados por un parásito conocido como “muérdago”, sin que los capitalinos ni las autoridades hagan algo al respecto.La Asociación Civil, llamada Brigada Uno, está conformada por ciudadanos que se preocupan por el medio ambiente de la Ciudad de México y de forma voluntaria aportan su tiempo, dinero, trabajo y esfuerzo para realizar recorridos por calles de las 16 delegaciones.
Como forma del trabajo que realiza Brigada Uno, se fijaron como meta desplegar desde principios de año una serie de recorridos en las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez y Xochimilco, con el fin de detectar el muérdago que seca y mata lentamente los árboles de la capital, que además si no se atiende el problema, puede causar problemáticas más graves a largo plazo como la pérdida de las ramas, las cuales aportan el 90 por ciento de oxígeno.
Erik Izquierdo, biólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que el muérdago es una planta semiparásita que invade el árbol desde adentro hacia afuera quitándole sus nutrientes para finalmente dejarlo seco y sin vida. Además de que este parásito se expande de manera alarmante, otro principal causante de propagación son las aves del Valle de México.
“Los pájaros que viven en la ciudad comen los frutos que comienzan a brotar después de que se implanta el muérdago, ocasionando que al defecar en otro árbol sano, la sustancia que queda en las hojas comienza a infectar a la raíz”, comentó el biólogo que acompaña en cada brigada a la asociación.
Además de que Erik ayuda y contribuye con la brigada en cada uno de los recorridos, también utiliza su tiempo para dar pequeños cursos a los voluntarios del equipo para que al momento de dividirse en grupos cada integrante logre localizar y diagnosticar el árbol infectado para así poder abarcar más sitios con búsquedas más rápidas y con el debido conocimiento del muérdago que invade la Ciudad de México.
Cuando el muérdago logra implantarse en el árbol, la semiparásita además de los nutrientes del árbol, necesita de la luz solar para iniciar la fotosíntesis y así lograr sobrevivir; finalmente cuando se produce la fotosíntesis, comienzan a brotar los frutos que ingieren las aves y con los cuales comienza la principal propagación del parásito. Durante un recorrido con Brigada Uno a lo largo de la calle Mérida hasta Avenida Álvaro Obregón de la colonia Roma Norte, fueron detectados al menos 27 árboles en estado lamentable, pues, el 80 por ciento de ellos ya tienen el muérdago tan avanzado que las ramas se encuentran secas, sin hojas verdes y a punto de romperse, situación alarmante pues tan sólo con un ventarrón pueden romperse las ramas y caer sobre un automóvil o una persona.
Por la calle Mérida se podía ver a un grupo de 17 personas, observando, revisando, tocando las ramas de los árboles y trepando los troncos para colgar los carteles que alertan sobre la infección que sufre el árbol.
También, con falta de las herramientas necesarias y con pocas posibilidades, arrancaban con las manos el muérdago que se encontraba al alcance.
“La verdad es que nosotros podríamos quitar todo, pero no tenemos los utensilios y los carros para llegar hasta arriba, además las ramas del muérdago pesan demasiado”, comentó Tirso Robles, una de las cabezas de la brigada.
Tirso Robles y Óscar Sánchez, cabezas de la brigada, comentan que a pesar de colgar los panfletos sobre los árboles infectados e intentar contactar con personal de las delegaciones, no se ha tenido respuesta alguna y al contario, se han mutilado a los árboles sanos y partes sanas en lugar de cortar las partes infectadas.
“No es posible que las autoridades vengan a mutilar los árboles sanos y no se den cuenta de la problemática que tenemos aquí en esta colonia, los árboles se están muriendo y no podemos dejarle esto a las demás generaciones”, comentó Tirso, quien subió a varios árboles para intentar retirar el muérdago, sin embargo en otros casos le fue imposible por la dificultad.
Mientras se diagnosticaban los diversos árboles de la calle Mérida, vecinos de la zona se acercaban a informar que por su parte también habían mandado escritos a la delegación pero cortaban las ramas sanas en lugar de las dañadas, a pesar de que se le informaba del muérdago.
“Yo he mandado muchísimos acuses a la delegación, sí sé del muérdago y sé que mata a los árboles, pero no escuchan y no hacen caso”, explicó Avelino, quien vive en un edificio de la calle Mérida con esquina San Luis Potosí.
El deterioro y abandono de los árboles que hay tan sólo en el tramo recorrido, deja ver que hace falta una rehabilitación urgente de estos seres vivos y es que cada día se expande más el muérdago y poco a poco comienza a infectar las ramas de otros.
Mientras los jóvenes que conforman la brigada suben a los árboles para colocar sus carteles con el fin de alertar del mal, el biólogo Erik Izquierdo cuenta que en la Ciudad de México existen seis tipos de muérdago que invaden lentamente los árboles de cada delegación: Struthanthus quercicol, Cladocolea loniceroides, Phoradendron velutinum, Struthanthus sp, Psittacanthus calyculatos y Cladocolea sp.
Siendo dos de éstos un tanto difíciles de detectar, ya que al desarrollarse por recibir el sol y realizar la fotosíntesis brotan plantas blancas dando la impresión de que se trata de una flor común y cualquiera.
A pesar de que la brigada ha ido aumentando poco a poco y cada vez más gente se une a la detección de éste mal que invade los árboles de la Ciudad, explica Óscar Sánchez que necesitan sin duda el apoyo de las autoridades y de más especialistas, pues ellos solos no pueden quitar todo el muérdago.
“Si nosotros tuviéramos el dinero, compraríamos las herramientas necesarias pero no las tenemos y si queremos hacer un pequeño cambio, yo creo que así estamos empezando bien”, terminó platicando el hombre con las ramas de muérdago en las manos.
(Nota de Denisse Mendoza Torres para La Crónica)