Una de las prioridades de la actual administración en Xochimilco, encabezada por Avelino Méndez Rangel, es frenar la consolidación de los denominados “megaproyectos”. Entre las razones de fondo, es que ponen en riesgo el nombramiento de Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, otorgado desde el año 1987 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
En la ciudad y en la demarcación, el saqueo indiscriminado de los recursos naturales no es reciente, recordemos que los serios problemas de extracción de agua comenzaron desde principios del siglo pasado, con la administración presidencial de Porfirio Díaz. En consecuencia, gran parte del agua que abastece la zona lacustre actualmente, proviene de plantas tratadoras de agua.
Estamos extrayendo del subsuelo de la Zona Metropolitana del Valle de México casi el doble de agua de la que permitimos que se infiltre. El centro comercial ubicado en Santiago Tulyehualco consumía 52 mil litros de agua, en perjuicio de la población. Aunando al incumplimiento de la empresa por los daños causados a la zona de conservación ecológica.
Ponen en riesgo las áreas dedicadas al turismo y la producción rural que son parte imprescindible de la economía local. Y afecta directamente a los pequeños comercios, que se encuentran en desventaja para competir con los precios que ofrecen a los consumidores.
Los mega proyectos en el campo Ex-Pumitas, Plaza Terrazas-Arenal, Chedraui Tulyehualco, fueron clausurados y el Club Hípico en Santa Cruz Xochitepec suspendió sus obras. La decisión de detenerlos, obedece a razones de sustentabilidad, calma y justicia social en beneficio de la población de Xochimilco.
