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Chimeneas rodantes, los camiones de transporte del Estado de México

En algunos municipios del Estado de México, como Los Reyes La Paz, Nezahualcóyotl, Texcoco, San Vicente Chicoloapan y Chalco circulan cientos de vehículos contaminantes, sin que alguna autoridad de tránsito se los impida.
Asimismo, conductores reconocen que es más fácil saltarse las restricciones ambientales en el Estado de México que en la Ciudad de México.
Incluso, comenta Víctor López, un automovilista que cambió sus placas al Estado de México, porque en la CDMX “ponen más trabas a todo”, que los policías de Tránsito del Edomex “no te dicen nada” si tu camioneta contamina.
“Ellos mismos te venden una clave para circular sin contratiempo, y si te paran, se las dices y no hay problema”, cuenta el hombre mientras suelta una sonrisa pícara.
CHIMENEAS ANDANTES
Crónica confirmó que en los municipios de Chalco, Los Reyes La Paz y Texcoco hay cientos de vehículos que visiblemente contaminan en exceso; sin embargo, nadie los para, ni siquiera para una revisión.
En un recorrido por esas zonas se observó a decenas de camiones de carga, con placas federales, camionetas con matrículas del Edomex y de otras entidades, y vehículos particulares echando una gran cantidad de humo por los escapes.
Antes de llegar a Texcoco, a la altura de San Vicente, circulan camiones y camionetas llenos de costales de verdura, manojos de cebollas y chiquigüites de alcachofas, y, a su paso, dejan nubes de humo negro.
Se le preguntó a un oficial de Tránsito, quien pidió no mencionar su nombre a cambio de proporcionar la información, el motivo por el cual no habían sido detenidos y posteriormente sancionados los vehículos contaminantes, a lo que respondió: “No, hermano, si hacemos eso es pura pérdida de tiempo”.
—¿Pérdida de tiempo?
—Sí, porque la mayoría de los camiones que pasan por acá traen o llevan perecederos, alimentos, que se pueden echar a perder… Los paramos, pero ellos alegan que no pueden estar mucho tiempo parados o en el corralón, ya que si se echa a perder su mercancía los responsables somos nosotros y por consecuente la tenemos que pagar.
En Chalco, rumbo a San Martín Cuauhtlálpan, circulaban camiones llenos de pacas de avena y alfalfa. Al preguntarle al conductor si no lo paraban por contaminar, contestó: “No, acá no hay tanta contaminación como en el DF; además, lo que llevamos son para los animalitos”.
En tanto en Los Reyes La Paz observamos una pipa de agua que, al pisar el conductor el acelerador, sacaba una gran cantidad de contaminantes por el escape sin que algún oficial del tránsito le dijera algo. Así está el asunto en la zona oriente del Estado de México.
 
(Nota de Oscar Viale Toledo para La Crónica)

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