Siria acusa a Arabia Saudí, Turquía y Catar de intentar frustrar el armisticio con la cadena de atentados que ha causado este lunes un centenar de muertos en varias ciudades del país.
Horas antes más de 140 personas han perdido la vida al estallar siete coches bomba en las localidades costeras mediterráneas de Jableh (provincia de Latakia) y Tartus, ambas controladas por el Gobierno de Damasco.
De los ataques, se ha responsabilizado el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) mediante un comunicado, en el que ha anunciado abiertamente que buscaba eliminar a los ciudadanos que respaldan al Gobierno del presidente Bashar al-Asad.
Los atentados de hoy son una escalada peligrosa por parte de los regímenes del odio de Riad, Ankara y Doha que buscan ahogar los esfuerzos encaminados a acabar con el derramamiento de sangre, y abortar el acuerdo sobre el cese de hostilidades”, de acuerdo con la Cancillería siria.
Al respecto, el Ministerio de Asunto Exteriores sirio ha insistido en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exprese una “inmediata y fuerte condena” frente a esos crímenes y tome medidas contra los “Estados que apoyan y financian el terrorismo, en particular, Arabia Saudí, Turquía y Catar”.
“Los atentados de hoy son una escalada peligrosa por parte de los regímenes del odio de Riad, Ankara y Doha que buscan ahogar los esfuerzos encaminados a acabar con el derramamiento de sangre, y abortar el acuerdo sobre el cese de hostilidades”, afirma la Cancillería en una carta dirigida a la ONU.
El texto indica que estas explosiones terroristas surgen en el marco de las acciones extremistas y sistemáticas practicadas por las organizaciones radicales, y que apuntan contra las ciudades, poblados y aldeas sirias.
El documento concluye haciendo extensivas sus críticas contra aquellos países que se hacen de la vista gorda ante los crímenes cometidos por los terroristas en Siria y se refiere a Estados Unidos, Francia y el Reino como Estados que consideran “oposición moderada” a los matan a los civiles.
La implicación de países extranjeros en la crisis siria no es nada nuevo. A principios de abril, las solicitudes de transporte de armas en un sitio Web federal estadounidense revelaron que Washington sigue enviando armas a Al-Qaeda y a otros grupos terroristas en Siria.
Además, el portal Web israelí DEBKAfile reveló la semana pasada que Arabia Saudí y Turquía suministraron al grupo terrorista Frente Al-Nusra misiles antitanques MILAN con los que atacó a las fuerzas de la Resistencia Islámica en la ciudad de Jan Tuman, ubicada en el sur de la provincia noroccidental de Alepo.