Elementos del Ejército Mexicano y el equipo anti-motines de la Fuerza Estatal lograron desactivar el bloqueo, que la Autodefensa Movimiento Por La Paz, mantenían desde el miércoles y pudieron ingresar a la cabecera municipal de San Miguel Totolapan, a fin de tomar el control de la seguridad y realizar operativos que puedan lograr la captura de delincuentes.
Luego de un diálogo de las autoridades con los pobladores, los policías estatales comenzaron a avanzar por el puente y con un equipo de sonido se anunció que entrarían para hacerse cargo de la seguridad en el municipio, en coordinación con el Ejército Mexicano.
Para impedir el paso de los uniformados, los pobladores atravesaron vehículos y quemaron llantas en la entrada, pero minutos antes de la 1 de la tarde comenzaron a replegarse lentamente y lanzaron piedras a los policías y éstos arrojaron gases lacrimógenos.
En tanto el vocero de seguridad, Roberto Álvarez Heredia, informó que a las 13:10 horas de este viernes, se logró entrar a la cabecera de San Miguel Totolapan la fuerza conjunta integrada por el Ejército Mexicano, Policía del Estado y agentes de la Fiscalía General del Estado que iniciarán un operativo conjunto en contra los delincuentes que operan en la zona.
El portavoz del Grupo de Coordinación Guerrero señaló que, sin embargo, integrantes del Movimiento por La Paz se opusieron e intentaron obstaculizar la entrada de las fuerzas de seguridad, a pesar de que sus líderes se habían comprometido a abrirles el paso para restablecer la legalidad en la zona.
Previamente, las corporaciones ajustaron su actuación a la plena observación de los protocolos sobre el uso de la fuerza pública y el respeto a los derechos humanos.
Por su parte, el General Pedro Almazán, secretario de Seguridad Pública exhortó a las autodefensas a que no se conviertan en parte del problema y abonen a resolver la exigencia de seguridad y justicia de las familias de San Miguel Totolapan que sufren desde hace una década de secuestros, homicidios y extorsión.
Reiteró que es inadmisible que los grupos delictivos cuenten con apoyos sociales al servicio de sus respectivos intereses.
(Nota de Mar Horacio Ramos para La Crónica)