Voces del Periodista Diario

Asamblea del PRI: ¿chantaje o ruptura?

A fuego lento

Por Enrique Pastor Cruz Carranza (*)

(Primera de tres partes)

Sobreviviendo después del pírrico, pero vital triunfo-éxito en el Estado de México, Enrique Ochoa Reza, “líder por decreto”, colocado por las aspiraciones anticipadas del Canciller Luis Videgaray Caso, parece entrar en la ruta final de su gestión durante la XXII Asamblea Nacional del PRI donde se deberán fijar las reglas y ruta de quién será candidato a la Presidencia en el 2018, EN PRESENCIA Y ANUENCIA DEL PRIMER PRIISTA ENRIQUE PEÑA NIETO, privilegio donde los disidentes de la inercia caciquil CENTRALISTA Y EN TODOS LOS ESTADOS, fueran administrados desde el crimen de Luis Donaldo Colosio por el heredero supremo del Hankismo, el sonorense Manlio Fabio Beltrones.

Estas luchas no son nuevas y retomamos algunas Asambleas significativas para comprender lo que viene dentro de los insaciables políticos con ambición vitalicia, hereditaria y trapecista.

Al inicio del Gobierno de José López Portillo, sus asesores le recomendaban romper toda liga con Luis Echeverría Álvarez, QUIEN HABÍA DEJADO BAJO CONTROL EL PODER LEGISLATIVO CON CARLOS SANSORES PÉREZ Y AUGUSTO GÓMEZ VILLANUEVA, en las Cámaras de Diputados y Senadores, respectivamente.

Después de los ajustes correspondientes, se debía tomar el mando definitivo en el PRI y en la IX Asamblea el nuevo líder cercano al Presidente, Gustavo Carvajal Moreno, ponía “las banderillas de fuego” al calificar como sello terminal de cualquier ambición política, ir en busca de apoyo a la residencia de LEA, surgiendo el demoledor “Beso del Diablo de San Gerónimo”.

Ello genera una suerte de decisiones, donde el poder del Maestro Carlos Hank González y Jesús Reyes Heroles se cristalizan- consolida en una nomenclatura propia de gobernadores en todo México.

Las demencias, frivolidad, Divas de cabaret, Pésimas Musas, Orgullo de Nepotismo, mansedumbre, excesos , abusos de poder con el ícono de lo absurdo en el “General” por capricho, Arturo “El Negro” Durazo, y todo un catálogo de demencias al calor del poder hormonal; son un hartazgo y bofetón para los mexicanos.

La batalla se posterga con la llegada de Miguel de la Madrid Hurtado quien es arropado por sus dos (inicialmente) mejores amigos e influyentes colaboradores en SEGOB, Manuel Bartlett Díaz rescatado como naufrago de Mario Moya Palencia, el exquisito jovencito Emilio Gamboa Patrón y Adolfo Lugo Verduzco en el PRI.

Ante los requerimientos de Porfirio Muñoz Ledo por disfrutar las mieles de ser Embajador de México en Francia y el junior cacique de Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien se veía entre el glamour del reino de España, mientras desde el PRI, Adolfo Lugo Verduzco recomendaba acuerdos para evitar rupturas, desde Bucareli se pedía cero diólogo y mano dura contra los disidentes donde Porfirio Muñoz Ledo formaba parte de los conspiradores que dieron al traste a las aspiraciones de MOYA PALENCIA y la causa de la caída del consentido Gobernador de Sonora, Carlos Armando Biebrich.

La ruptura deriva en los mismos maniqueísmos de Bartlett, después de su confrontación frontal contra Lugo Verduzco y los vínculos evidentes con el narcotraficante Caro Quintero.

La nominación de Carlos Salinas de Gortari, la caída deliberada DEL SISTEMA, con información privilegiada en manos del poblano y los acuerdos entre Cuauhtémoc – Porfirio por un lado y Diego Fernández de Cevallos – Carlos Castillo Peraza, Yucateco Falso Doctrinario del PAN, fueron factor de jugosos chantajes para ser incluido en el gabinete y ser impuesto -por dedazo- en Puebla.

Salinas sabía que debía pactar también con Carlos Hank González y lo incluye en el gabinete y le entrega el segundo mando dentro del PRI, haciendo la fórmula con el sonorense Luis Donaldo Colosio presidente del CEN y el campechano Rafael Rodríguez Barrera cual cuña en la secretaría general.

La XIV Asamblea Nacional fue el inicio de la ruptura con esa nomenclatura, donde Hank desde la SAGARPA veía como su poder en imponer gobernadores se reducía y la figura cuestionada de Carlos Salinas crecía entre propios y extraños, dando toda factibilidad de cambiar los rumbos económicos después de crear el TLC y políticos con la creación de un “Partido de la Solidaridad” muy lejos del PRI y sus parasitarios sectores.

De la misma forma que Miguel de la Madrid tenía en Lugo Verduzco y Manuel Bartlett sus dos iniciales consejeros inseparables y en pugna, también Carlos Salinas depositaba su confianza plena en Luis Donaldo Colosio, fiel ejecutor de todos los acuerdos para las “concertacesiones” acordes a las listas de Fernández de Cevallos y Castillo Peraza, mientras Manuel Camacho Solís recuperaba el control de la hoy Ciudad de México, donde se habían perdido casi todas las elecciones y por medio de Fernando Ortiz Arana lideraba la naciente Asamblea del Distrito Federal

Los seguidores de Luis Donaldo Colosio querían frenar a Manuel Camacho y desde la UNAM, CNDH y SEGOB los “intelectuales” al servicio del jurista y genio hormonal del sexenio, con sello de Atlacomulco -a pesar de haber nacido en Campeche- Jorge Carpizo Mac Gregor, alimentaban la operación aduciendo como requisito ineludible para aspirar a ser candidato presidencial, haber tenido antes un antecedente en las urnas, experiencia que Manuel Camacho Solís no había tenido hasta ese momento.

(*) enriquepastorcruzcarranza@yahoo.com.mx

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