Voces del Periodista Diario

Golpes de Estado que terminan en golpes de Bolsa

El lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

En la evolución de la política mexicana en el último medio siglo, dos signos nos parecen dignos de destacar, sin caer en la trampa bizantina del huevo y la gallina.

Cuando se produjo la ruptura del poder empresarial con el poder presidencial entre 1975 y 1982 -las expropiaciones agraria y bancaria-, la gramática analítica dejó de hablar de los grupos de presión por el más explícito grupos de poder real. Obviamente, el económico.

De otro lado, el uso democracia amplió su arco para reconocer la pluralidad de actores políticos y, de pueblo, se pasó a hablar de sociedad.

La Reforma Política de 1977-1978 actualizó los modos de ver la lucha de los contrarios. Uno de sus nuevos hallazgos, aunque el objetivo fue fortalecer el sistema de partidos, se hizo cargo no sólo de considerar a los contendientes electorales por su capacidad y su dimensión orgánica, sino por la calidad diferenciada de sus ofertas ideológicas, una tendencia ya viva en la institución de los diputados de partido.

Los nuevos contendientes en 2018

Tenemos en el menú de 2018, la figura de las candidaturas presidenciales independientes. Parece, sin embargo, que el menú les resulta indigesto a algunos emisarios del pasado.

Apartamos de los ingredientes enunciados en las primeras líneas, el de los económicamente poderosos. Hasta antes de 1975, se les imputaba la amenaza de dar golpes de Estado para dar golpes de Bolsa.

Ello fue así, porque el discurso empresarial estuvo marcado por la incesante denuncia de la intervención del Estado en la economía. Los impulsores del Estado neoliberal saltaron esa barrera, poniendo en manos privadas el patrimonio nacional.

El ariete más visible de esa ofensiva, después de la Expropiación bancaria de 1982, fue el robusto e indómito empresario sinaloense, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón.

Pasado sucesivamente por el liderazgo nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana y del Consejo Coordinador Empresarial, el PAN lo hizo su candidato presidencial en 1988. Clouthier saltó la línea en donde se atoran los francotiradores políticos y se puso en el terreno donde se aprende a amar a Dios en tierra de herejes.

El linchamiento mediático de Juan Pablo Castañón

El paisano de Clouthier, Juan Pablo Castañón, después de dirigir la Coparmex, dirige hoy el Consejo Coordinador Empresarial. Desde esta cúpula, desde el segundo semestre de 2017 reclama su sitio, en nombre de su clase, en el debate de la sucesión presidencial de 2018.

No lo hubiera hecho: En observancia del principio de pluralidad, Castañón se abrió a la escucha de los beligerantes por la Presidencia de México. Un tema, uno solo, el del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y la aceptación de variadas voces técnicas para revisar el proyecto, ha dado pie para su linchamiento mediático.

Causalmente, ese bulling no es incitado por la sociedad civil: Lo es por la sociedad política, los intereses de contratistas y algunas de sus bocas de ganso.

Se le acusa al dirigente empresarial de alentar la sospecha de corrupción sobre los procesos de licitación y desarrollo de la obra que, por lo demás, ha sido puesta bajo escrutinio público por sus fuentes de financiamiento, una de ellas, el manoteo sobre los fondos de ahorro para el retiro de los trabajadores.

Lo que para el tema que nos ocupa, lo conviene por hoy cuestionar son los límites de la legitimidad de la irrupción  del poder económico en el proceso de formación de poderes públicos, cuestión que es de derecho e interés de todos los segmentos de la comunidad nacional.

Las cosechas de Barraza González y Gutiérrez Candiani

Existe, en grado y medida, una diferencia del trato que el grupo dominante y sus medios alineados le dan hoy a Castañón, respecto, por ejemplo, del que se le dio al ex presidente del CCE, José Luis Barraza González en la elección presidencial de 2006.

En un análisis académico del comportamiento de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la calificación de los resultados de elección presidencial de aquel año, llamó la atención que esos togados votaran por unanimidad la sentencia. Se encontró en esa unanimidad la sospecha de una voluntad política, más que jurídica.

Esa sospecha se basó en la asociación de spots difundidos por el CCE, advirtiendo entonces sobre los riesgos del cambio de modelo económico, con los spots del PAN previniendo a los votantes sobre el peligro para México.

Se observó entonces la transgresión de la prohibición explicita de ese tipo de mensajes de “alto impacto” a la luz del código electoral federal. Los magistrados federales asumieron la condición de sicólogos para tratar de medir el impacto de aquél spot en los electores. No cambió nada al final del día.

Lo que cambió fue el estatus del ex presidente del CCE, Barraza González. En 2007 apreció ya como presidente del Consejo de Administración de Aeroméxico, corporativo entregado por Felipe Calderón a inversionistas privados.

Ya en el entorno de la sucesión presidencial de 2012, el CCE no estuvo omiso en las campañas presidenciales. Llegó a ocupar la presidencia de esta sociedad de hombres de negocios Gerardo Gutiérrez Candiani.

Entregada la presidencia del CCE a Castañón, Gutiérrez fue favorecido con la gestión de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) lanzadas en este sexenio. Que la Cámara de Diputados le haya etiquetado a ese programa un sustancioso presupuesto para 2018, no es exactamente lo de menos.

Lo demás es que, para atraer inversionistas a las ZEE, la Secretaría de Hacienda ha sido instruida para que, por la vía de la discrecionalidad administrativa, instituya concesiones y exenciones fiscales en materia Impuesto sobre la Renta e Impuesto al Valor Agregado.

No sabremos que calle busca Juan Pablo Castañón hasta que el próximo gobierno federal abra las esclusas de los fueros y privilegios. Las concesiones y los contratos.

Por lo pronto nos quedamos con la vieja sospecha: ¿Los económicamente poderosos siguen amenazado con dar golpes de Estado para dar finalmente golpes de Bolsa? Es cuanto.

VP/Opinión/EZ

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