Voces del Periodista Diario

Que no lo digan, que no le cuenten: ¡Infórmese!

EL LECHO DE PROCUSTO

Por Abraham García Ibarra

Nada de lo que es electoral -como ciudadanos con derechos a salvo- nos puede ser ajeno. La patria lo reclama y La patria es Primero.

Lo electoral está en la Historia desde el alba del México independiente. Está en la Revolución con el Sufragio efectivo No reelección. Está en las sucesiones presidenciales desde 1930.

En la década de los ochenta, se editó una selección de ensayos bajo el título La disputa por la Nación.

Particularmente en esa obra de varios autorizados investigadores, se recogen sistemáticamente las estadísticas de los procesos electorales desde los treinta hasta la fecha de su publicación.

La enfermiza dependencia de las estadísticas

Los partidos políticos y sus candidatos ponderan con estadísticas sus expectativas para campaña que vienen. Algunos, realistas, con base en esos registros, corrigen y perfeccionan sus estrategias. Hay quienes aciertan; otros no. Obvio.

Los profesionales en estudios demoscópicos, para detectar la intención del voto electoral, también se apoyan en las estadísticas.

El Registro Federal de Electores está cargado, naturalmente, de estadísticas. Para calcular la participación en los comicios generales de 2018, el Instituto Nacional Electoral, con base en estadísticas, mide los alcances del abstencionismo.

Toda investigación que pretende ser científica -en lo económico, en lo social, en lo cultural, etcétera- también busca fundamento en las estadísticas. Con este recurso, los tecnócratas formulan matrices insumo producto.

Desenmascarando el espectro de los “datos duros”

Tenemos este peritaje sobre el tema: En general, muchas personas no saben leer números. Por eso, es fácil engañar o difundir información falsa basada en encuestas, estadísticas o gráficas

Sostiene esa afirmación el prominente físico mexicano Gerardo Herrera Corral en su calientito ensayo: El azaroso arte del engaño. Solemos concluir con la frase “con eso está dicho todo”.

Esta vez no: El investigador originario, de Delicias, Chihuahua, dice más, a saber:

Denuncia las “trampas” con la que algunos medios de  información difunden datos duros, de lo que sigue que Herrera Corral propone al ciudadano eficiente tener conocimientos mínimos para el análisis de datos estadísticos y probabilidad.

Los números, acota, tienden a validar o legitimar la información, pues provocan respeto, pero a menudo esos resultados estadísticos están falseados o presentados con sesgo, porque se quiere inducir una manera de pensar o dirigir la percepción en una dirección determinada.

Para dejar de ser sonámbulos

En sus años iniciales, Conacyt publicó un fascinante estudio bajo el rubro de Los Sonámbulos. Dicha obra pretende exorcizar el miedo a las Ciencias. Uno de sus textos habla de Pitágoras, el gran maestro de las matemáticas. Tan sencillo como esto: Con los números  es fácil escribir, escuchar y divulgar música.

A Herrera Corral, además de investigador, se le presenta como divulgador de la ciencia en México. Su obra fue publicada por el sello editorial Taurus. Invitamos al lector al lector a consultarla y estudiarla. En una de esas, hasta podremos descifrar las estadísticas del 1 de julio. Es cuanto.

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Redacción Voces del Periodista

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