Voces del Periodista Diario

Recordando a Madero y Carranza

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

¿Quién que conozca, de veras, la Historia del México contemporáneo, puede ignorar la significación de San Pedro de las Colonias, Coahuila, en el relanzamiento de la aspiración democrática de los mexicanos y la explosión revolucionaria de 2010?

San Pedro de las Colonias fue refugio subversivo de don Francisco I. Madero. Ahí, en 1908, vio la luz la primera edición de su obra La sucesión presidencial de 1910, que fue el detonante de la consolidación de los clubes antirreeleccionistas contra la prolongada y sanguinaria dictadura de Porfirio Díaz.

Por la sublevación popular que generó ese escrito, Madero es reputado como El Apóstol de la democracia en México.

El 12 de abril de 1914, en San Pedro de las Colonias, el  Ejército constitucionalista que comandaba el también coahuilense don Venustiano Carranza le asestó  a las fuerzas federalistas una determinante derrota que desembocó en la caída de El chacal Victoriano Huerta, asesino de Madero.

El triunfo final del carrancismo armado llevó al Congreso de Querétaro que redactó la Constitución de 1917, tema de discurso de los jefes de los tres Poderes de la Unión, que han perorado incasablemente este año sobre el primer centenario de La Ley de leyes mexicana.

Cuando la Sucesión presidencial de 2018 ya está a caballo, es al menos desconcertante que ilustres compatriotas pretendan olvidar lo que a la Historia Nacional ha aportado San Pedro de las Colonias.

Antes que todo, la Ley de Seguridad Interior

En aquella antigua villa estuvo a finales de noviembre pasado -una semana después de la conmemoración del 107 aniversario de Revolución mexicana– el presidente Enrique Peña Nieto.

Fue el comandante supremo de las Fuerzas Armadas mexicanas, Enrique Peña Nieto, acompañado del general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, y del secretario de Marina, almirante Vidal Salmerón, a inaugurar el cuartel de la Undécima Brigada de Policía Militar y a entregar una unidad habitacional para los activos militares destacamentos en esa guarnición.

En el solemne acto, tronaron las porras de los acarreados dedicadas al gobernador Rubén Moreira Valdez (algunas crónicas lo nombraron como Humberto, su hermano y antecesor en el cargo), a dos días de entregar el poder estatal.

Se nos pierden las líneas del mensaje donde Peña Nieto habría hecho memoria de Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, próceres de Coahuila y de México.

Pudo ser omisión de la comitiva de prensa que, en cambio, le dio vuelo al llamado que el jefe del Ejecutivo hizo al Congreso de la Unión para que, de una vez por todas, planche el dictamen y vote la Ley de Seguridad Interior  que regulará la acción de las fuerzas armadas en tareas de combate a la delincuencia.

Un subrayado vale la pena: Dijo Peña Nieto que esa iniciativa pasó de ser una valiosa propuesta para convertirse en una imperiosa necesidad.

Asignatura pendiente: el “México en paz”

“Una imperiosa necesidad” ¿Lo es?, porque a menos de un año de que concluya el mandato constitucional del mexiquense, la sociedad mexicana sigue clamando por el México en paz que se le prometió el 1 de diciembre de 2012.

Argumentó el primer orador del país que aquella iniciativa “brindará mayor certidumbre a las fuerzas armadas y a la sociedad mexicana”.

La pregunta que sigue, es si “la sociedad mexicana” será rescatada finalmente del luto, la viudez, la orfandad y el desasosiego colectivo en que se encuentra sumida desde diciembre de 2006, en que Felipe Calderón lanzó su guerra absurda, sin tareas de Inteligencia previas, contra el crimen organizado.

Responden la ONU y la CIDH

Si la pregunta se remite a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los relatores especiales para la Libertad de Expresión, David Kaye, y para los Derechos Humanos, Edison Lanza, respectivamente,  su respuesta a saber, es:

Militarizar la estrategia de seguridad interior representa riesgos reales para todos, incluidos los periodistas.

Los dos relatores estuvieron en misión en México del 27 de noviembre al 4 de diciembre. Entrevistaron en la Ciudad de México  a 250 periodistas y activistas de la sociedad civil de 27 estados de la República. Visitaron además Veracruz, Sinaloa, Guerrero y Tamaulipas donde -es su testimonio- la situación de violencia es más crítica.

En esa violencia, aseguran los relatores, participan tanto integrantes del crimen organizado como agentes y funcionarios gubernamentales, con  la idea de callar a oficiantes del periodismo y empresas informativas o usar su labor en su beneficio.

¿Para qué el Sufragio Efectivo y la No Reelección?

En audaz uso, dadas las circunstancias,  de la Libertad de Expresión, Francisco I. Madero redactó en 1908 La sucesión presidencial de 1910. Este año, Madero asumía la lucha por la Presidencia de México. Fue apresado el 6 de junio en Monterrey, Nuevo León, y remitido a prisión en San Luis Potosí.

Ahí escribió Madero el Plan de San Luis, aunque se proclamó en Texas. En ese plan quedó resumida la demanda popular: Sufragio efectivo, No reelección.

Es una pena que, en plena Sucesión presidencial de 2018 y estando en San Pedro de las Colonias, Coahuila, el Presidente no recuerde a Madero y a don Venustiano Carranza.

No es gratuito que algunos detractores del PRI hablen de que se preparan las elecciones generales del 18 desde la oscura caverna del porfirismo. Duele de veras.

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