Voces del Periodista Diario

Se abrió otro boquete en la oscura caverna del pofirismo

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mours Salloum George (*)

Lo bueno es que el PRI tiene un código de ética partidaria para meter en horma a sus militantes. Qué tal si no.

Todavía no termina de echarse tierra al affaire Odebrecht, sobre  donaciones a la campaña del tricolor de 2012, y ya se le prendió otra bomba de mecha corta.

En 246 millones de pesos se tasa preliminarmente el monto de trasiegos que Alejandro Gutiérrez Gutiérrez operó en 2016 para financiar campañas electorales del PRI. Con precarios dividendos, dicho sea de paso, según resultados que dieron la mayoría de las gubernaturas en disputa a la oposición.

Perfil de don Alejandro, apañado ayer en la Ciudad de México: Empresario minero, diputado local, diputado federal y senador de la República nominado por el PRI.

Los reflectores apuntan hacia Beltrones Rivera

Con ese expediente, en 2015 fue promovido a la Secretaría General Adjunta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) al lado del insospechable  presidente Manlio Fabio Beltrones Rivera.

Fue desde aquella posición en que Gutiérrez tejió la red financiera con la cobertura de las relaciones institucionales con el gobierno federal, los de los estados y municipios. Recuérdese que fueron 14 entidades federativas en las que en 2016 hubo procesos electorales.

Al citarse gobierno federal, los reflectores apuntan hacia la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Previo a la detención de Gutiérrez, The New York Times publicó una investigación de su corresponsalía en la Ciudad de México, en la que se señala a Beltrones Rivera como el principal operario de la ingeniería financiera que le permitió a su partido allegarse fondos adicionales para sus campañas.

El tema estaba latente desde antes de que terminara su sexenio el gobernador priista de Chihuahua, César Duarte Jáquez.

Su relevo, el panista Javier Corral actuó de inmediato ordenando auditorías a la gestión presupuestal de su antecesor. En los primeros hallazgos se dio con el desvío de recursos públicos al PRI por unos 20 millones de pesos. Duarte se refugió en Texas, donde permanece.

La compulsa de las finanzas de Duarte ya había derivado en el inicio de investigaciones previas sobre los funcionaros del ex gobernador y se habían dictado las primeras órdenes de aprehensión.

Por la secrecía de la investigación no se tenía idea de la magnitud de las operaciones tramadas por Gutiérrez. En el propio partido se teme que el hilo de la madeja que se desprende de Chihuahua pueda extenderse a los otros once estados que en 2016 tuvieron elección de gobernador.

Así, ¿para que quiere el PRI subsidios públicos?

Si sólo en un año se descubren irregulares movimientos dinerarios por 243 millones de pesos, algunos detractores del partido del gobierno creen ver en ese hecho la explicación de porqué el actual presidente nacional del tricolor, Enrique Ochoa Reza promueve una reforma constitucional por la cual se cancelarían en los sucesivo los subsidios públicos que se asignan a los partidos nacionales para actividades ordinarias y sus campañas.

Lo peor para el PRI es que el caso Gutiérrez no queda en el ámbito de competencia de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la PGR, sino de las instancias del gobierno del estado de Chihuahua donde el indiciado durmió ya en calidad de huésped del reclusorio Aquiles Serdán.

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