Voces del Periodista Diario

Viaje por la oscura caverna del Estado de Derecho

El lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

En una república cuyo presidente ejerce facultades metaconstitucionales, siempre se topa uno con la interrogante, ¿de qué lado está el Estado de Derecho?

En un gobierno en que el jefe del Ejecutivo esta facultado constitucionalmente para nombrar y remover libremente a los… “empleados de la Unión”, ¿cuál es el margen de los subordinados para observar cabalmente, y sin interferencias, los mandatos de la Ley Orgánica de la Administración Pública de la Federación?

Cuestiones como las anteriores, tienen en su centro de gravedad el alcance en tiempo y forma de lo que se codifica como conflicto de intereses, sea de funcionarios en activo o de aquellos que dejaron de serlo para operar desde las trincheras privadas.

Un fiscal de la Federación, ¿es confiable al ser nombrado y durante el periodo de su gestión y sigue siéndolo cuando litiga desde el ámbito privado en defensa de quienes transgreden -o son sospechoso de hacerlo- la norma?

En tiempos de corrupción galopante, lo que está de por medio es la procuración de la justicia, leitmotiv del Estado de Derecho.

¿Por qué ya no están Murillo, Gómez y Cervantes?

En este sexenio, la titularidad de la Procuraduría General de la República ha estado bajo la responsabilidad de Jesús Murillo Karam, Arely Gómez y Raúl Cervantes Andrade.

La evaluación de su desempeño queda a cargo de quien los designó, en cuyo caso la opinión pública no es informada con certeza de los motivos reales de su renuncia o su remoción.

La firmeza se estrena en la PGR

Hace unos días, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en comparecencia parlamentaria declaró que el fulminante cese del Fiscal Especializado para la Atención de Delitos Electorales, Santiago Nieto Castillo, fue un acto de firmeza de la PGR.

Extramuros gubernamentales, se atribuye el cese de Nieto Castillo a la indagatoria sobre el caso Odebrecht y la presunción de que la trasnacional de la construcción brasileña trasegó recursos para financiar la campaña presidencial del PRI en 2012.

Los registros informativos dan cuenta de que el ex procurador Cervantes Andrade se ocupaba del asunto, incluso viajando a Brasil.

Si por el mismo caso el subprocurador Alberto Elías Beltrán, en funciones de encargado del despacho, defenestró a Nieto Castillo y se le acredita firmeza, ¿esa firmeza le faltó a Cervantes Andrade? ¿Por qué?

Primero en escena, Emilio Lozoya Austin

El personaje central de ese sainete es el ex director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin.

Lozoya Austin contrató como abogado a Javier Coello Trejo. El defensor del presunto implicado declaró la semana pasada que los cargos contra su defendido se basan en puras mentiras.

En el ojo del huracán está la imagen de una empresa productiva del Estado, según ahora se denomina a Pemex. Coello Trejo blasonó que los acusadores de Lozoya Austin se toparon con un hombre de leyes. Si él lo dice…

El nombre “hombre de leyes” aparece en un expediente abierto en 2015 en cortes del estado de Texas (USA) a instancias de la señora Angélica Fuentes, quien acusa a Jorge Vergara de despojo de sus acciones del grupo Omnilife. El defensor de la parte acusada es Coello Trejo.

A mediados de octubre, Coello Trejo se presentó también como abogado de la señora María García Villegas, propietaria del colegio privado Enrique Rébsasmen, desplomado en los terremotos del 19 de septiembre, dejando un buen racimo de víctimas mortales.

En los tiempos del Fiscal de hierro

Hubo un tiempo en que Coello Trejo se gratificaba con su coloquial identificación como fiscal de hierro. Eran los tiempos en que el chiapaneco era subprocurador de la PGR. Mano dura, la del fiscal.

Con ese carácter, Coello Trejo representó los intereses del Estado mexicano. Lo hizo, por ejemplo, persiguiendo y encarcelando en 1978 al director general del Instituto Mexicano del Café (Inmecafé), Fausto Cantú Peña.

Cantú Peña sospecha que su acusador actuó como “fiscal de consigna” al servicio, no del Estado, sino de intereses privados que lograron desaparecer aquél ente público que operaba en favor, básicamente, de los pequeños productores.

El periodista chiapaneco, Alberto Carbot, en una investigación presentada en formato de libro Café para todos, habla del tema y sostiene que el quid de la cuestión fue la protección gubernamental al monopolio practicado por empresas exportadoras del “aromático” que tenían su centro de operaciones  principalmente en Chiapas.

Carbot sostiene la versión de que, bajo el amparo fiscal del entonces secretario de Hacienda, Mario Ramón Beteta, aquellos empresarios cafetaleros exportaban de contrabando el producto a los Estados Unidos.

Temporada de auge de guardias blancas en Chiapas

Otros paisanos de Coello Trejo (entre ellos quien fuera militante de la Corriente Crítica del PRI, Gerardo Pensamiento) lo recordarían por otras causas.

Coello Trejo fue secretario general de Gobierno del general Absalón Castellanos en la década de los noventa. Fue el periodo en que, al margen de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas, bajo el mando de una especie de troica operaron grupos de guardias blancas que sembraron el terror en los territorios indígenas.

Entonces la vox populi hablaría del fiscal del miedo

En otros países la justicia opera de otra manera

Lo que ocurra con el caso Odebrecht y su protagonista Emilio Lozoya Austin, está por verse, según el curso que le dé la Procuraduría General de la República. Y lo que dispongan los jueces.

Por lo pronto, según testimonio de la ex procuradora federal Arely Gómez, al comparecer ante la Cámara de Diputados en funciones de titular de la Secretaría de la Función Pública, la empresa brasileña logró amparo de la justicia federal mexicana para impedir la publicidad de los resultados de tres líneas de investigación por actos de corrupción.

Por esos mismos días, en Panamá, se reunieron fiscales de siete países para intercambiar información sobre procesos por sobornos fincados contra ejecutivos Odebrecht y usufructuarios de esos cohechos.

Datos conocidos en ese encuentro hablan de que ya hay indiciados, y en algunos casos encarcelados, medio centenar de implicados. Pero el reporte no da las cuentas de México.

¡Qué cosas tan inescrutables! tienen el Estado de Derecho y la procuración de la Justicia en México. Lo que sí se puede escudriñar, es el Estado de impunidad. Es cuanto.

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