Voces del Periodista Diario

Vivir la dolce vita VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George

A decir verdad, los mexicanos sienten un gran alivio si diputados federales y senadores se van desde hoy al 31 de enero a donde hagan menos daño.

En ese periodo de tan merecido asueto, la mano que mueve la cuna del Poder Legislativo federal se queda quieta; doble motivo de beneplácito para los compatriotas, que ya no aguantan ni lo duro ni lo tupido.

Pero no faltan empedernidos detractores de los padres de la patria, a quienes les gusta jugar el papel de aguafiestas.

No les parece a esos infaltables francotiradores, por ejemplo, que la Cámara de Diputados, preñada del espíritu decembrino, haya dado su regalo de Navidad a algunos transgresores del orden público.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro, la benevolencia del PRI se expresó básicamente en la Sección Instructora presidida por el tricolor Ricardo Ramírez que, de facto, dictó una protectora amnistía.

El olvido de causas imputadas favorece, entre otros, al ex presidente Felipe Calderón; al procesado judicialmente ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo; al ahora diplomático ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán; al gobernador en activo del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, aspirante presidencial, y hasta a la secretaria de la Función Pública, la ex procuradora general Arely Gómez, etcétera.

En un dictamen sumario, la Sección Instructora de San Lázaro desechó 27 solicitudes de juicio político contra otros tantos acusados, de los que los citados tienen una cuestionable fama publica. El espíritu cristiano da para eso y más, a fin y al cabo, el Sistema Nacional Anticorrupción aún no es aplicable.

Los legisladores federales entran en receso y ya pueden esperar los dictámenes a las iniciativas de ley para castigar la trata de personas y la tortura; la ley reglamentaria del artículo 29 de la Constitución que se vincula con la facultad presidencial para declarar el Estado de excepción; las leyes de las Fuerzas Armadas y  de Seguridad Interior, algunas reformas a los Códigos Penal Federal y de Procedimientos Penales, etcétera.

Perrear es un placer democrático

Los legisladores federales van mejorando. En diciembre de 2013,  dejaron para el año siguiente más de un centenar de asuntos por resolver. En 2016 “son unos cuantos”. Los detractores de los padres de la patria son incapaces de reconocer esa mejoría de desempeño.

Por el contrario, esos energúmenos se indignan porque, recientemente, para celebrar el fin de año, una senadora se gastó parte del jugoso aguinaldo pagando a una repostería la confección de vistosas gelatinas coronadas con el rostro de cada par en el Senado, para personalizar el obsequio y darle una significación adicional.

¿Cómo podrían soportar esos amargados que ayer mismo, asumiendo su condición humana, algunos senadores se regodearan en el solemne recinto perreando a todo lo que  el cuerpo da? Si perrear es el estilo dancístico de moda, ¿por qué privar a los representantes del Pacto Federal lo que la raza del llano disfruta en toda la República?

Se fijan en minucias los eternos inconformes: Cuestionan que el mexiquense César Camacho Quiroz haya tenido un rapto de generosidad y abonado a cada uno de los 500 homólogos un bono decembrino de 150 mil pesos (75 millones en total), adicional al austero aguinaldo que se les liberó previamente (más de 200 millones de pesos).

Tómese en cuenta, señores, que los dólares y los euros están muy caros y los tours a Europa se facturan a cotizaciones de “temporada alta”.

Déjese a los padres de la patria viajar lo más lejos posible. El costo de sus placeres vicarios, a fin de cuentas, es menor que el que los mexicanos todos pagan si les le mantienen activos en las Cámaras federales. No hay mal que por bien no venga. 

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