“Dic. 28: El famoso cantante de corridos, Felipe Calderón H., conocido como ‘Ipe (¡hip!), el pequeño travieso y pedo’ continuó su exitosa gira por el norte del país, con estruendosas presentaciones en palenques, centros de salud y congales; acompañado siempre por su contundente tambora:
‘La guerra’…”
El Informador del Pueblo.
(Volkischer Beobachter)
La ignorancia y la vanidad son muy malos consejeros… al igual que la grilla y en muchos casos la inocencia e ingenuidad la cual linda con la capacidad de creer todo o casi todo.
Semejante “coctel” no puede conducir a parte alguna, por lo menos a ninguna buena. Y, ha dado pie a algunas de las “mareadas” más famosas de la historia. Algo muy digno de “los santos inocentes”.
Los niños “victimados”
Según se cuenta en la mitología cristiana, el pérfido Herodes, ante la visita de unos “magos” guiados por una “estrella”, mismos que iban en busca de información sobre la inminente llegada del nuevo rey de los judíos… expresó su ignorancia al respecto y, su ferviente deseo de saber del paradero de tan regia criatura y encargó a los magazos se lo notificaran, a fin de correr hacia él, para adorarle debidamente.
Los “magos” que podrían ser charlatanes astrólogos pero no tan pen…tontos —en realidad la mayoría de los charlatanes no tienen pelo de tontos—, luego de encontrar a yisusito no dijeron algo al reyezuelo aquel sobre el paradero del “ungido”, parido por una virgen (?) en un pesebre aledaño a donde nació Brian Cohen (según el Evangelio de los Monty Python’s), el chavo que era la neta. Tal descortesía por parte de los tres “magos” aquellos (en realidad eran sólo dos, pues el negro era el encargado del equipaje), quienes luego de adorar al Niño al estilo de Michael Jackson, se dieron la vuelta de regreso a casita sin pasar de nuevo por Jerusalén, lo cual pareció enojar mucho al gran Herodes. La reacción del “monarca” fue digna de la “guerra al narco” del mini jefe Felipe Calderón Hinojosa…
— ¡Mátenlos a todos! —Clamó el tal Herodes. Muy al estilo del “santo” Domingo, siglos después, durante la cruzada contra los Cátaros.
El resultado del berrinche de Herodes habría sido el asesinato de todos los bebes de Judea, los pequeños mártires a falta de un censo sobre sus nombres y número, serían recordados de forma similar a “los fieles difuntos” como; “los santos inocentes”. Lo cual no fue consignado en crónica alguna digna de crédito, excepto en esa obra de ficción barata llamada “nuevo testamento”. El calendario de la ICAR le adjudicó a este “infausto” acontecimiento el día 28 de diciembre y, así se ha celebrado, de una forma un tanto cuanto irreverente al paso de los siglos, ya que esa es una fecha del calendario druida.
Dado que los “mártires” fueron niños y los infantes suelen ser traviesos, se fue conformando la costumbre de hacer ‘travesuras’ en esa fecha y, la tradición se ha continuado hasta nuestros días. El 28 de diciembre, en la tradición de la ICAR (pues otras religiones más “cristianas” tienen otras fechas), se publican noticias falsas, se pide prestado para no devolver y en general se comete todo tipo de las llamadas “inocentadas”.
Extraterrestres, profetas y vírgenes
Las víctimas de los charlatanes que hablan de visitas de extraterrestres, a veces terminan matándose, como los adeptos a “La puerta de las estrellas”, en este caso no se perdió gran cosa pues los suicidas eran adultos mayores, obviamente no muy bien de la cabeza y bueno; fue un obvio caso de autoeliminación de genes idiotas.
Pero, a los maussanitas® & trejonianos®, hay que recordarles que los líderes de “la puerta de las estrellas” originalmente llamados El y Ella… también comenzaron dando conferencias, donde hablaban a los esperanzados fútiles sobre los buenos ETs.
Y a tiro por viaje, como algunos conocidos ovnilatras naconacionales, mostraban “pruebas irrefutables” del asunto, luego comenzaron a vender videos sobre el tema, se cambiaron varias veces de nombre y domicilio; quizá a causa de que la malintencionada policía terrícola, parecía seguirles el rastro por “fútiles e inocentes” delitos de malversación…
Después de cierto tiempo y ya sin vigilancia también en la total locura, jalaron a sus seguidores a varios parques de diversiones para que se gastaran todos sus ahorros y luego ya “uniformados para llegar a la nave salvadora” usaron un veneno barato el cual esperamos, todos ellos gozaron.
Fin de esa historia, pero no de los charlatanes, esos siguen medrando.
De la farsa del Tepeyac pues ya se ha hablado bastante, claro en oídos sordos… Nomás anunció el vati ano que Karol Wojtija beatificaba al tal Diego (no Fernández de Ceballos) y aparecieron “providencialmente” como se dijo de los cristeros, pruebas y más pruebas que hasta entonces jamás se habían mencionado respecto al “indio” cada vez más parecido a Don Fernán Cortés —mi tocayo.
Algunas en San Cristóbal Ecatepec, feudo de un ex obispo de tristes recuerdos y regenteador de burdeles de niños y niñas prostituidos; según reza la “obvia” maledicencia pública y no católica de los mexiquenses, muchos de ellos, al parecer ex clientes de tales sitios de sano solaz y esparcimiento.
Todo muy conveniente ass usual.
Pero bueno, ya en la “biblia” decíase: stultorum infinitus est numero, latinajo que traducido significa: “el número de los idiotas —pendejos— es infinito” (no lo dije yo, conste). Se especifica en el “libro” ese, el cual se supone dictó a sus escribas la mismísima deidad, una obvia “inocentada” o peor un lapsus linguæ.
¡Cuidado con las inocentadas! Algunas no son tan “inocentes”, lo dicho en ese mamotreto mal escrito y peor traducido, ha costado más muertos que todas las guerras desde que fue conocido, muchas de ellas debidas al evidente gazapo sobre la “virginidad” de la tal María…
FERNÁN HRöDRIKz KLöSTERMANN