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Plumas y rejas privatizan espacio público en Lomas de Bezares

La colocación de rejas y plumas para evitar el paso de extraños en las colonias ha generado una batalla legal entre vecinos.

En la colonia Lomas de Bezares, de la delegación Miguel Hidalgo, una vecina se amparó debido a que la Asociación de Colonos Bezares planea instalar un sistema de tag para poder ingresar a la zona, llamado El Proyecto.

Mónica del Castillo interpuso el recurso legal para impedir que los vecinos mayores de 18 años pagaran un peaje de mil 433 pesos mensuales.

La vecina explicó a Crónica que el 7 de julio de 2015 interpuso el recurso legal y, en diciembre, un juez en materia administrativa le dio la razón.

La decisión fue ratificada por un Tribunal Colegiado, en noviembre de 2016, para que las plumas fueran retiradas.

Castillo explicó que, pese a ello, la delegación Miguel Hidalgo no ha intervenido y ni siquiera ha pedido a la Secretaría de Movilidad ni a la Secretaría de Seguridad Pública para que estas plumas sean retiradas.

Crónica llegó a la colonia donde están construidas 525 casas. Justo antes de ingresar a una calle, un elemento policiaco privado, de los cinco que se encontraban en el lugar, informó que sería imposible pasar si no se contaba con la autorización de alguno de los vecinos.

Y sí, intentar pasar sin un visto bueno fue una tarea prácticamente imposible, ya que el elemento de seguridad solicitó una identificación oficial y a cambio entregó un tarjetón con la leyenda: “visitante”.

Incluso antes de solicitar los documentos anotó en su bitácora la matrícula del automóvil y realizó una inspección visual a los ocupantes del vehículo.

Por fortuna, una vecina permitió el paso. Una vez ahí, se detectó que en la zona no sólo hay colocada una pluma, sino que se deben cruzar varios retenes.

Sin embargo, vecinos de la zona afirman que en la década de los 90 esta zona era totalmente pública, es decir, se podía pasar de manera libre. De hecho, los delegados Demetrio Sodi, Gabriela Cuevas y Víctor Hugo Romo retiraron las plumas colocadas. Sin embargo, durante la administración de Xóchitl Gálvez, volvió a ser permisible la instalación de esta seguridad privada, explicó Castillo.

La Asociación de Colonos, señaló Castillo, hizo incluso un reglamento en el que se establecieron sanciones en caso de adeudos en el servicio privado.

Según el reglamento, protocolizado el 11 de abril de 2014 por el notario 23, Bernardo Pérez Fernández del Castillo, quien es vecino de la colonia y trabaja para la Asociación de Colonos de Bezares, con dos cuotas que no se paguen, la Asociación puede enajenar, gravar, arrendar y ejercitar cualquier acto de dominio sobre la propiedad.

“La Asociación utilizó también recursos públicos para colocar una cámara de vigilancia de 25 metros con una aplicación pública en celulares, sin botón de pánico y con un destino de los videos desconocido, por lo que la presión vecinal hizo que se bajara a pie de calle”, informó Castillo, quien es nieta del fundador de la colonia, Aquiles del Castillo Gallardo.

 

Violación legal

En términos legales, la colocación de plumas o rejas en las colonias es ilegal y conlleva sanciones administrativas.

Según la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, impedir o estorbar el uso de la vía pública equivale a una sanción de 11 a 20 días de salario mínimo y arresto de 13 a 24 horas.

El titular de la Autoridad del Espacio Público del gobierno capitalino, Roberto Remes, admitió que este tipo de prácticas son privatizadoras del espacio público y no deberían ser permisibles.

“Estos espacios se privatizan por la vía de causar algún derecho de los propios vecinos”, explicó en entrevista con Crónica.

Sin embargo, para Remes, este asunto debe ser resuelto por los delegados, pero, en ocasiones, no les resulta conveniente.

“Pelearte con una colonia completa es un mal incentivo político. No deberíamos ver a la política como un mero trampolín, pero en la práctica intentas tener cierta gobernabilidad”, expuso.

 

Intentan recuperar la zona

El 19 de mayo, trabajadores de la delegación Miguel Hidalgo intentaron retirar las plumas colocadas en la colonia, pero esto fue impedido por unos 80 supuestos vecinos o “gente de la asociación”.

La delegación emitió un documento con el número JD/2017/OF/080 para que pudiera ejecutarse la orden. Al lugar llegó la Jefa de Unidad Departamental de Recuperación de Espacios Públicos y personal de la Dirección Ejecutiva de Registros y Autorizaciones, para poder retirar los obstáculos.

Sin embargo, los vecinos impidieron que los trabajadores hicieran el retiro, asegurando que ya contaban con una suspensión del amparo otorgado por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

Para Mónica del Castillo, la escena fue montada para simular que la delegación realizaba la encomienda.

 

Recuento

La colonia Lomas de Bezares no es la única que está en estas condiciones. Crónica comprobó que en Jardines del Pedregal, por ejemplo, la mayoría de las calles tienen este fenómeno. De hecho, ni a Google Maps se le ha permitido el paso para hacer tomas fotográficas, como parte del programa Google Street View.

Los vecinos han asumido esta conducta como normal, al justificar que es una manera de evitar la delincuencia y ser víctimas del robo, aunque esto implique impedir el espacio a cualquier habitante, aunque sea su derecho.

 

Que paguen

Para Roberto Remes, la colocación de rejas en colonias de la capital mexicana podría no ser negativo, siempre y cuando los vecinos pagaran un impuesto extra para beneficiar a los habitantes de la zona con otros servicios básicos.

Consultado por este diario, Remes señaló que los vecinos pagan el predial a partir de su terreno de construcción, es decir, no está considerada la calle como su propiedad. Sin embargo, explicó, los vecinos finalmente se apropian de la calle y la hacen ver como una extensión más de su propiedad.

“La Ciudad debería discutir en qué casos sí es pertinente este aislamiento, en qué casos no y en qué casos sólo beneficia a los automóviles.

“Los vecinos utilizan mil metros cuadrados, pero no están pagando mil metros cuadrados”, denunció.

Remes señaló que ningún lugar, a menos que sea verdaderamente espacio privado, debería tener rejas, porque esto limita el paso del peatón y privatiza lo que debería ser para el uso de todos.

(Nota de Ruth Barrios Fuentes para La Crónica)

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