Voces del Periodista Diario

Reagan, Clinton y ahora Obama, los presidentes de los grandes ‘rallies’ del dólar

El 15 de agosto de 1971, Richard Nixon comparecía ante el mundo con el rostro desencajado para anunciar una lucha contra los “especuladores internacionales”. En esa intervención anunciaba el fin de los acuerdos de Bretton Woods y cancelaba la paridad dólar-oro de forma temporal, aunque acabaría convirtiéndose en permanente.

Nixon rompía la promesa de cambiar dólares por oro y comenzaba a funcionar un nuevo experimento monetario en el que el mercado sería el encargado de determinar los tipos de cambio. Desde entonces, el dólar ha vivido tres grandes ciclos alcistas, comandados por tres presidentes importantes y los respectivos banqueros centrales: Ronald Reagan y Paul Volcker en los ochenta; Bill Clinton y Alan Greenspan al final del siglo y finalmente, Barack Obama y Janet Yellen. Estos últimos son los protagonistas del rally actual que, si bien es menor que los anteriores, según los expertos sólo acaba de empezar y seguirá en los próximos meses.

nixon

Del ‘reaganomics’ al Plaza

Durante la campaña electoral a la Presidencia de 1980, Reagan advirtió al pueblo estadounidense: “No habéis visto nada”, y así era. El adalid del liberalismo en EEUU estaba a punto de encabezar la revolución del libre mercado en su país, la misma que había comenzado en Reino Unido Margaret Thatcher un año antes. A su llegada a la Casa Blanca se encontró con las ruinas de las políticas keynesianas de Jimmy Carter: un país estancado, con una tasa de paro que superaba el 7 por ciento y unos precios que escalaban un 13 por ciento cada año.No sólo eso, también estaba sembrada la semilla del mayor rally del dólar, que prendería inmediatamente después de su victoria en las elecciones en enero de 1981. El presidente de la Fed, Paul Volcker, había empezado su particular cruzada contra la inflación y en 1980 subió los tipos hasta el 20 por ciento, una política monetaria que todavía debilitó más la maltrecha economía, pero que dio alas al billete verde.

A las puertas de la recesión, Reagan pronunció una de sus frases más famosas: “Si no es ahora, ¿entonces cuándo? Y si no somos nosotros, ¿entonces quién?”. El conjunto de medidas que adoptaron para contener la inflación se conoció como reaganomics y provocaron la caída del país a la recesión en 1982 y la escalada del desempleo hasta el nivel más alto desde la Gran Recesión, por encima del 10 por ciento.

reagan

Uno de sus principales objetivos era conseguir una divisa fuerte que ayudara a contener los precios. El billete verde comenzó entonces la mayor subida de su historia: el Índice Dólar, que recoge su cotización frente a las principales monedas del mundo, avanzó en apenas cinco años un 85 por ciento.

A partir de 1983 la política impositiva de Reagan empezó a surtir efecto. En palabras de Milton Friedman, Nobel de Economía en 1976, “la reducción de impuestos y su énfasis en la liberalización, desataron las fuerzas constructivas básicas del libre mercado, que actúan desde 1983”.

En 1985, el tipo de cambio ya casi se había duplicado, hasta el punto de que en febrero llegó a tocar los 164,7 puntos, un nivel que no ha vuelto a alcanzar desde entonces.

La fortaleza del dólar disparó el déficit comercial de EEUU y su economía empezó a tambalearse, al tiempo que Japón y Alemania acumulaban unos superávits millonarios, una situación que “hacía temer a los demás países la aparición de restricciones a la importación por el lado norteamericano”, explica Jaime Requeijo, en su libro Economía Mundial.

Para evitar este escenario, los líderes del G-5 se reunieron en septiembre de 1985 en el Hotel Plaza de Nueva York para firmar el último gran acuerdo cambiario: fomentar una depreciación paulatina de la divisa. Tres años después, el dólar borraba todo ese ciclo alcista y ponía fin a la década del liberalismo por excelencia.

bill

El ‘dividendo de la paz’ de Clinton

Bill Clinton llegó a la Presidencia en 1993 y lo primero que se encontró fue la enorme factura de la política liberal de Reagan. El presidente republicano había disfrutado de una década de un fuerte crecimiento económico, gracias a la bajada de impuestos, a la liberalización de sectores y al aumento del gasto público para sufragar la Guerra Fría, y se había desentendido de la deuda pública, que se desbocaba.

En un discurso en 1984, Reagan bromeó: “El déficit no me importa, ya es mayorcito para cuidarse solo”. A quien sí le importó fue a Clinton, que se encontró con un agujero que provocó el cierre del Gobierno durante tres semanas en 1995. El joven político de Arkansas se convirtió entonces, ya fuese por convicción o por obligación, en uno de los presidentes estadounidenses que más redujo la deuda pública.

Greenspan le calificó como “el mejor presidente republicano que hemos tenido en mucho tiempo”, pese a que fuese demócrata. Sus promesas de recorte del gasto tomaron cuerpo en 1997 con la aprobación del Acta de equilibrio presupuestario, que se centró en el recorte del gasto en el Medicare (el programa de sanidad pública de EEUU). Pero la realidad fue que Clinton se benefició del conocido como dividendo de la paz: el final de la Guerra Fría y la caída del bloque comunista permitió a EEUU reducir el presupuesto militar y emplearlo en amortizar una parte de la deuda millonaria heredada de Reagan.

La estabilidad crediticia del país provocó una fuerte entrada de flujos internacionales a partir de 1995, lo que inició el segundo gran ciclo alcista del dólar. Además, coincidió con una década de graves crisis que cada vez sucedían y se extendían más rápido por el crecimiento de los mercados financieros. Japón en 1990, México en 1994, Asia en 1997 y Rusia en 1998.

La globalización y el desarrollo de los mercados financieros aceleraba el contagio de las crisis económicas. El mundo iba cada vez más rápido y los inversores buscaron refugio en EEUU. No sólo eso, Wall Street vivía una época dorada gracias al boom de lo que se dio en llamar la nueva economía: las empresas de informática e Internet.

El dólar se disparó un 47 por ciento entre 1995 y el año 2000, y no paró hasta el estallido de la burbuja puntocom que, pese a todo, apenas generó volatilidad en el dólar.

Clinton dejó a George W. Bush una de las mejores herencias que ha recibido un presidente: una economía en crecimiento, con superávit presupuestario y una tasa de paro en el 4 por ciento. Sin embargo, en septiembre de 2001, los atentados de Al-Qaeda cambiaron la economía del país, llevándolo a la recesión y acabando con el rally del dólar de Clinton.

El billete verde inició entonces un camino bajista que le llevó a retroceder hasta los niveles de 1995, una década después.

bush

Obama llegó a la Casa Blanca como un auténtico soplo de aire limpio en la política de EEUU, y se encontró con la atmósfera pestilente de los años de desenfreno crediticio. Alcanzó la presidencia en enero de 2009, cuatro meses después de la quiebra de Lehman Brothers y con la economía de EEUU inmersa en su peor crisis económica desde la Gran Recesión. Obama unió sus fuerzas con Ben Bernanke, entonces presidente de la Fed, para aplicar políticas keynesianas de estímulo y combatir así la crisis económica. Estas medidas debilitaron al dólar y permitieron al país liderar la recuperación mundial.

A finales de 2013, mientras el resto de países desarrollados seguían languideciendo y aplicando las recetas de EEUU con cuatro años de retraso, la Fed ya empezaba a pensar en normalizar su política monetaria. Esta situación llevó al dólar a iniciar su tercer gran rally, en el que sigue inmerso.

Desde junio de 2014, ya con Janet Yellen al frente de la Fed, el Índice Dólar se apreció un 27 por ciento hasta los máximos de abril. Una subida que, aunque se ha cortado en el último mes, podría continuar en 2015 a medida que la divergencia entre las políticas monetarias de EEUU y el resto de economías desarrolladas se sigue ampliando. Casas de análisis como Goldman Sachs, ING, RBS o Credit Suisse ven al dólar por encima de la paridad contra el euro este año.

 

 

 

 

Con información de Economía hoy

Articulos relacionados

Castigo a quienes provocaron muertes por medicamento contaminado

Redacción Voces del Periodista

Stephen Hawking da conferencia en Hong Kong mediante imagen de holograma

Reino Unido expandirá su arsenal de ojivas nucleares en más del 40 % a medida que “aumentan las amenazas globales”

Redacción Voces del Periodista