VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George
El 18 de julio siempre nos pareció una fecha del santoral republicano propicia para rescatar la recomendación de don Benito Juárez a los servidores públicos: Vivir en la augusta medianía.
Quería decir, el Patricio indio -fallecido en 1872- que, a la hora de acercarse al presupuesto gubernamental, había que llegar con las uñas cortas.
El pasado 18 de julio, en que el presidente Enrique Peña Nieto promulgó el paquete de leyes anticorrupción, la proposición exclamatoria fue otra: En unos años se recordará este día como el del inicio de una “nueva etapa de la democracia y del Estado de derecho”.
En esa patriótica ocasión, entre los miembros del gabinete presidencial que atestiguaron el evento estuvo el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.
Pero para el día en que el paquete de Criterios de Política Económica 2017 fue entregado al Congreso de la Unión, en septiembre, ya despachaba en Hacienda el doctor José Antonio Meade Kuribreñas.
Será por eso que, a la hora de revisarse el austero Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017, el primer hallazgo es que el Ejecutivo no reservó un solo centavo para la gestión del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
La aprobación del gasto federal es una de las facultades exclusivas de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, cuyos dictaminadores aún bucean en el abultado y denso paquete económico para el año próximo.
Los reparadores de entuertos
Afortunadamente, siempre aparece un comedido dispuesto a reparar entuertos.
Hoy, en el Senado de la República -cámara de origen del paquete anticorrupción- El zar verde Pablo Escudero, coordinador de lo dictámenes respectivos, tomó la iniciativa de proponer que se asignen al menos unos 143 millones de pesos al SNA; la mitad, para pagar aunque sea a 150 burócratas que se harán cargo de tan histórica misión. Lo cual está relativamente bien.
Lo que no parece estar muy bien, es que los habitantes del castillo azul de la pureza, el del PAN, quieran acarrear agua a su molino con cargo a una de las preocupaciones más sentidas de los mexicanos.
Hoy mismo, el coordinador de la bancada senatorial del PAN, Fernando Herrera se fue por la libre exigiendo que se aceleren las acciones punitivas en contra de los gobernadores salientes del PRI que conspiraron para irse con el santo y la limosna.
Eso se llama, en lenguaje del llano, rezar porque la voluntad de Dios se cumpla en los bueyes de mi compadre.
¿Y, que pasa con el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías -19 recursos de amparo lo contemplan? Ese es un caso “excepcional” en el “partido de la gente decente”.
Señales, nomás, las anteriores de lo que será el combate a la corrupción. Dícese que México ocupa el lugar 95 entre 170 evaluados en percepción de la corrupción. Dejemos el beneficio de la duda al anuncio de que en unos años todo será diferente.