VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George
Bien leídos los signos, ¿para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo? Digámoslo con esta ecuación: Durante su estancia en la Casa Blanca, Barack Obama ha deportado a unos dos millones 800 mil mexicanos.
De lo que se colige que, lo que pretende el Presidente electo Donald Trump, es superar el record de Obama, agregándole 200 mil deportaciones a la cifra anotada, a partir de su jura constitucional el 20 de enero de 2017.
Lo que resulta difícil de explicar, es la histeria mediática desencadenada aquí por la amenaza del magnate republicano.
Como decía El chavo del 8: “Míralo por el lado bueno”. Así lo hace el optimista secretario de Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida quien, desdramatizando el amago, ha declarado que las futuras deportaciones abren un nicho de oportunidades para aprovechar la mano de obra repatriada.
Es cierto que al funcionario le falta decir cuál es la pila. Tres millones de trabajadores son todo un ejército de reserva, pero el mexiquense debe tener un plan que quiere pasar por la consulta previa al Presidente.
Ese nuevo plan, con toda seguridad, ha de tomar en cuenta las experiencias de los pasados ocho años con los repatriados por Obama. Experiencias de cuyos resultados se sabe poco.
Los compatriotas siempre están abiertos a nuevas hazañas: Inaugurar espacios laborales para los que deportará Trump, se inserta en esa categoría.
Lo será porque, según cuentas del Inegi, aquí -dejando de lado la muchedumbre que se ocupa en la economía informal- tenemos unos tres millones de desempleados, más los subempleados y aquellos cientos de miles que tienen ocupaciones sin remuneración.
Mexicano en remojo: “Estamos contigo”
Pero las imperiosas respuestas de contingencia, como las que imagina el secretario del Trabajo, no parecen compartirlas otros miembros del gabinete presidencial, quién sabe si porque no se toman a pecho las baladronas del Presidente estadunidense electo.
Tenemos, entre el equipo de Enrique Peña Nieto algunos que confían en que no cunda el pánico. Son los de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Spots aparte en las redes sociales, desde esa área se han anunciado 11 acciones inmediatas, que giran sobre el tranquilizante Estamos contigo. Por supuesto, con los que tienen La Espada de Damocles sobre sus cabezas.
Entre la activación de números telefónicos y la oferta de servicios gratuitos para “dispositivos móviles”, llama la atención toda una perla: “Acelerar la apertura de Ventanillas de Asesoría Financiera y fortalecer la campaña de bancarización en toda la red consular”.
Ya puede uno imaginarse uno a nuestros transterrados indocumentados con sus bolsas de dólares en mano, esquivando a la migra para llegar y hacer la fila ante tales ventanillas a fin de hacer sus operaciones de emergencia y poner su patrimonio dinerario a salvo.
Si esas acciones “inmediatas” se toman a días de que la Casa Blanca tenga un nuevo huésped, ¿qué es lo que se hacía con nuestros compatriotas antes de esa amenaza?
Algo no cuadra en esa inmediatez, pues las multitudinarias movilizaciones de nuestros connacionales en el vecino país siguen a la orden del día. Y se les recomienda: “Evitar toda situación de conflicto y no incurrir en acciones que puedan derivar en sanciones administrativas o penales”. (De ese tamaño la “estrategia”).
De nuestras abuelas es la conseja del agua de borrajas. Aquellos placebos sin sustancia para tratar de aliviar incluso males terminales.
Si con las acciones inmediatas consulados-inmigrados se pretende suplir los oficios diplomáticos “de alto nivel”, no le arrendamos las ganancias a los potenciales deportados. Grave asunto.