Voces del Periodista Diario

La Libertad de Expresión, bajo los escombros

Lic-Mouris-5-890x395_c-300x133-1-150x133Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

En las horas más críticas de los terremotos 7-19 de septiembre, que removieron el fantasma de la anarquía, por la fuerza de los hechos los sistemas de comunicación electrónica concesionados le dieron presencia a la sociedad civil que se hizo de la iniciativa de socorro en ausencia de un gobierno engarrotado.

En circunstancias de “normalidad política” las organizaciones no gubernamentales no retratan en las pantallas de televisión. Son agentes incómodos para el establishment.

En aquellos momentos críticos, no sólo se captó la participación de brigadas civiles en tareas de acopio de alimentos y medicinas, de búsqueda y rescate de  víctimas, de prevención de daños adicionales, etcétera. Hasta se inventaron héroes y heroínas ficticios.

Cuando, pasado el susto, el gobierno creyó tomar el control de la situación, las imágenes y el confuso parlamento burocrático rescataron su machacona supremacía en esos medios. Fue desvaneciéndose la figura de la sociedad civil.

Entre los pescadores a río revuelto y topos gubernamentales posando sobre los promontorios de escombro, se filtraron los agentes de la partidocracia que, a lomo de la tragedia, iniciaron sus buscas electoreras.

Alejandra Barrales, Ricardo Anaya y Dante Delgado Rannauro se dieron vuelo zarandeando ante los reflectores su engendro Frente Ciudadano por México, frágil madero para navegar hacia la sucesión presidencial de 2018.

En otro templete de la feria del ruin oportunismo, se coló el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza haciendo alarde de su altruismo con la proposición de “donación” de los subsidios públicos a la causa de los damnificados.

Puesto que en el  trasfondo del Frente Ciudadano está el objetivo de tratar de mojarle la pólvora al presidenciable de Morena, Andrés Manuel López Obrador, los medios electrónicos les brindaron tiempo Triple A -en vivo, en directo y a todo color- a Barrales, Anaya y Delgado. Bien por la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información.

Pero surgió la “anomalía”: En un momento dado, se salieron del libreto algunas “voces institucionalizadas”. Y ardió Troya.

En las frecuencias donde aparece NRM Comunicaciones, una informada y amena barra con 18 años de continuidad, salió del aire.

La mano invisible del mercado

El episodio se puede contar así: El conductor de esa barra, Leonardo Curzio tuvo entre sus habituales comentaristas a María Amparo Casar, reputada como una auténtica cruzada contra la corrupción, y al culto Ricardo Raphael, quien entre otros espacios ejerce sus empeños en Canal 11.

En mala hora: Los tres dialogaron sobre lo del afamado Frente Ciudadano por México y las pías vocaciones de Enrique Ochoa Reza.

Casi 216 meses de acreditada y orientadora experiencia se fueron por la borda. Ya en otra de esas cadenas electrónicas, una novata pero irreflexiva reportera, al calor de los hechos, se había sumado y reproducido el mito de la niña Frida Sofía y fue puesta en remojo. Estéreo Cien pasó a la historia.

Desde la cobertura de las primeras reacciones oficiales a los terremotos del 7 de septiembre en Oaxaca y Chiapas, se había escuchado desde lo alto la “conminación” a los medios para que no exacerbaran más el ánimo social.

Fue la primera llamada: Leonardo, María Amparo y Ricardo no siguieron la línea.

La Libertad de Expresión está ya en la lista de damnificados de los terremotos. Fuerza México simboliza el peso de la mano invisible del mercado. ¡Qué le vamos a hacer! Esos son los costos del neoliberalismo tecnocrático.

(*) Director General del Club de Periodistas de México

Articulos relacionados

Voces del Periodista edición 461

Voces Diario

2020: Ganancias bancarias a pleno galope

Lo que no está en la agenda del cambio

Redacción Voces del Periodista