Voces del Periodista Diario

Las estampas del plan “de rescate”

VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George

Sería por San Lunes pero, como diría Mallarmè, “aquel público, con la presencia de su escasez, subrayaba la ausencia multitudinaria”.

Dos escenarios diferentes: En Los Pinos, el movimiento social estuvo representado por un dirigente cetemista, Carlos Aceves del Olmo, que difícilmente arriba a la tribuna en silla de ruedas.

En el otro, al Pacto federal lo encarnaba un gobernador, el de Morelos Graco Ramírez, contra quien pesan demandas populares de destitución y juicio político.

En Los Pinos, se firmaba el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y Protección de la Economía Popular. Desde 1983, en ese tipo de pactos se compromete a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), hoy en escombro orgánico.

El primer desertor del Acuerdo pinolero fue el principal sector empleador: La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Dijo que los términos del acuerdo no fueron consensuados debidamente (dos hora antes del acto no recibía la versión final) y que se corre el riesgo de que se convierta en estrategia de comunicación e imagen pública.

El documento, alegó la Coparmex, carece de metas claras y objetivos puntuales y métricos que sirvan para evaluarlo. Con eso está dicho todo.

En Palacio Nacional, el cónclave fue de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). De los 32, apenas pasó lista una tercera parte. No se supo si el resto no llegó a la Ciudad de México por no poder pagar los nuevos precios de la gasolina o del gas avión, o se quedaron atrapados en algún bloqueo carretero.

Los gobernadores encabezados por el tabasqueño Ramírez se reunieron para exigir a Hacienda que no le castigue sus prebendas (de cada peso ingresado por impuestos gasolineros, 40 centavos van a las tesorería estatales, además de las participaciones federales por otros conceptos). No quieren los gobernadores entrarle a la austeridad.

Como sea, lo que queda de hoy, es que el gobierno, que ha decretado el mercado libre de las gasolinas, pretende implantar de nuevo el control de precios sobre el comercio de productos y artículos de consumo necesario, cuyo costo depende a su vez del incremento de costos en insumos y  transporte, afectados por los gasolinazos.

Con una agravante: El gobierno dará prioridad a la importación preferencial de básicos. Para eso, por supuesto, cuenta con un  peso fuerte.

Si alguien  puede descifrar esos acertijos, se aceptan colaboraciones. Por lo pronto, lo dicen los ingleses: Mal comienza la semana para quien ahorcan en lunes.

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