EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra
En días recientes, al dictado de su incesante agenda pública, el orondo secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, ha posado para las cámaras de televisión flanqueado por uniformes de la Armada de México.
Un acto congruente, el anterior, del titular de la SEP que ha requerido el apoyo de fuerzas federales para blindar las sedes donde se realizan los exámenes de evaluación del servicio profesional docente.
Pero, en días posteriores, a los flancos de Nuño Mayer se han retratado, por un lado, el esquirol de Elba Esther Gordillo en la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (SNTE), Juan Díaz de la Torre y, por el otro, el impresentable presidente de la Conferencia de Gobernadores (Conago), el oaxaqueño Gabino Cué Montiagudo, fugitivo de las llamas que incendian su estado.
Ayer, el póster electrónico repitió la estampa del mismo Cué y del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, escoltando al secretario de Educación. Peor aún, al tabasqueño que se siente presidenciable para 2018, además de su porcina imagen se le dio voz.
Son los bueyes con los que Aurelio Nuño Mayer pretende arar el surco del “Nuevo Modelo Educativo” (NME). Con eso está dicho todo.
La carreta delante de los bueyes
Sólo unas líneas adicionales para añadir que ese modelo entra en la lógica de aquél que pone la carreta delante de los bueyes.
Uno podría suponer que el NME debió insertarse como elemento consustancial, convincente además, de la Reforma Educativa; por tanto, entrar en la consulta original de dicha tan zarandeada reforma.
No ocurrió así. Ahora, el NME va a ooootra consulta y los primeros consultados son los gobernadores, doce de los cuales se van ya y dejan un insoportable tufo a azufre; tres de ellos al menos.
Asistirá la razón a aquellos maestros disidentes si dicen sobre ese asunto a consulta: A mi, no me engañas (NME). Es cuanto.