EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra
El 15 de mayo, consagrado al Día del Maestro, era una de las fechas más entrañables para el magisterio mexicano. No necesariamente porque fuera declarado día de asueto, sino porque en esa fecha se le anunciaba, año tras año, un sabroso aumento salarial y mejoramiento de diversas prestaciones sociales y económicas.
Durante 22 años -de 1989 a 2011-, cada 15 de mayo la maestra de México más apapachada por el gobierno fue Elba Esther Gordillo.
En enero de 1989, el usurpador Carlos Salinas de Gortari procuró congraciarse con sus detractores, iniciando una batida contra dirigentes sociales que en 1988 no apoyaron su candidatura presidencial.
La primera cabeza que rodó, fue la del “líder moral” de los trabajadores petroleros Joaquín Hernández Galicia. (Aplausos). Le siguió en la misma temporada la del dirigente vitalicio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la educación (CNTE), Carlos Jonguitud Barrios. (Aplausos). La chiapaneca tomó el puesto del potosino.
Roma no paga traidores
Casos como el de esos personajes son ilustrados con la emocionante leyenda del portugués Viriato, guerrero imbatible que durante un largo periodo mantuvo a raya a los emperadores romanos. Hasta que…
Hasta que Marco Pompilo decidió salvar el pellejo y propuso a Viriato firmar un armisticio. Como el Senado romano no estuviera de acuerdo con esa iniciativa, Marco Pompilo sobornó a los negociadores lusitanos que dieron cuenta de su jefe.
Cuando los conspiradores se presentaron a cobrar el precio de su deslealtad, se encontraron con la respuesta: Roma no paga a traidores. Fueron pasados por las armas.
En México, se aclimató aquella leyenda con una fe de erratas: Roma utiliza a los traidores y termina dándoles una patada en el trasero.
Caída de la gracia del Peñismo, la biografía de Elba Esther Gordillo está suspendida en su condición de presidiaria.
A propósito del Día del Maestro, el tema de hoy no es el berenjenal en el que el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer tiene metido al Presidente.
En mérito de Gordillo, recordaremos que de ella fue la tipificación de Manlio Fabio Beltrones Rivera como practicante de la “política de sótanos, de cloacas”.
Haberlo dicho: El sonorense la sentenció a muerte. Al menos a muerte civil. Maquinó con otros correligionarios la expulsión del PRI de la chiapaneca.
Pero antes de que la sentencia se dictara por la Comisión de Justicia Partidaria, Gordillo armó su propio partido, el de Nueva Alianza, una de las causales de su defenestración tricolor.
Gordillo está en la cárcel y Manlio Fabio en la dirigencia nacional del PRI. Necesitado de vejigas para flotar a fin de salvar la ruta de navegación de 2016 hacia 2018, el sonorense ha encontrado una putrefacta en el abominable partido Nueva Alianza. Cosas veredes, Sancho. Es cuanto.