Voces del Periodista Diario

La noche quedó atrás, pero me envuelve…

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

Con independencia del respeto que nos merecen todos los credos, no deja de llamarnos la atención la conducta de algunos católicos nominales mexicanos.

Los hemos visto, desde el ejercicio del poder civil, en genuflexiones ante los papas romanos, con el consabido beso al anillo pontificio, sin compadecerse del mandato constitucional.

Pero hay un detalle singular en el comportamiento de esos sedicentes  creyentes: En los confesionarios -hay quienes los tienen privados-, confiesan sus pecados, aceptan las penitencias que les impone su confesor y vuelven a la vida pública como si hubieran obtenido perdón y olvido.

De los militantes en el Partido Acción Nacional (PAN), tipificado por algunos de historiadores como “la opción católica de la Revolución mexicana”, hemos escrito que, desde su fundación, han transitado de una arraigada moralidad (formando incluso legiones en defensa de la moral), al relativismo moral y, al final de su “brega de eternidad” (que terminó en los ochenta), han caído en la plena inmoralidad.

En algunos escritos, les hemos encajado a esos católicos azules la identidad de Tartufo.

Margarita Zavala viaja a Washington

A lomo de la pugna por la Presidencia de México, en estos días llevó su agenda a Washington la aspirante a la candidatura del PAN, Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón Hinojosa.

En el sexenio pasado, la señora Zavala viajaba a los Estados Unidos  en calidad de “primera dama”, acompañando a su marido Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa.

Por allá andaba la señora Zavala, en Nueva York, cuando en memorable ocasión su marido recibió el diploma que lo acreditaba como titular del Liderazgo en Asuntos Internacionales que le otorgó el Congressional Hispanic Leadership Instituto.

Pero esa no es más una anécdota. En los registros de estas horas, tenemos que la señora Zavala se presentó ante diversas audiencias en la capital estadunidense.

Allá, con acento de advertencia, la señora Zavala  expuso ante sus interlocutores que México atraviesa por momentos de enorme incertidumbre económica, enojo e indignación muy fuerte por la corrupción, ausencia del estado de derecho e inseguridad.

La línea que apartamos de esos discursos, es la que se refiere a una especie de alerta a la Casa Blanca: En México, hay una tendencia a volver al pasado.

Cada quien es dueño de su mirada al pasado y de bucear en algunos capítulos históricos.

Delegados del PAN a la Convención Republicana

Verbigracia: Del pasado reciente, por nuestra parte reservamos dos episodios que tenemos muy presentes: 1) El de 1984, cuando por primera vez en su historia, el PAN acreditó delegados fraternales ante la Convención Nacional del Partido Republicano, en Dallas, Texas, en la que se nominó al presidente Ronald Reagan para un segundo mandato, y

2) La primera mitad de la década de los 80 fue de vertiginoso ascenso electoral del PAN. Ya para 1988 pudo postular a la presidencia de la República a un prominente empresario proestadunidense: El ex presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE): Manuel de Jesús Clouthier del Rincón.

De ese pasado no tan remoto, nos importa rescatar un dato central: En el desenlace de aquella controvertida sucesión presidencial, el PAN terminó pactando con el usurpador priista Carlos Salinas de Gortari una Alianza Estratégica por la que los azules le otorgaron el beneficio de la legitimidad de gestión.

El dato importa, porque de aquel sexenio data  la anexión de México al modelo neoliberal.

Restauración del internacionalismo de pastiche

“Volver al pasado”: El Salinato se dio la misión de llevar a México a la postmodernidad y a las Grandes Ligas. Lo que hizo en realidad La generación del cambio, como se autodenominó, en su vocación globalista, fue darle reversa al  reloj de la historia para restaurar el régimen porfirista que, según texto del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, practicó un internacionalismo de pastiche.

Los tecnócratas mexicanos de los ochenta fueron la versión recalentada de Los científicos, que dieron calor y carta de navegación a la dictadura de Porfirio Díaz.

En esa misión, acompañó a Salinas de Gortari el partido del Humanismo político.

Vis a vis los censos y las estadísticas de hace un siglo y los actuales, existe la sospecha de que los mexicanos la pasan peor que hace 100 años; a cientos de miles de compatriotas no alcanza una Cruzada Nacional contra el Hambre. ¡Que vuelta al pasado! le dio la Alianza estratégica PAN-PRI.

Pero estamos en la agenda de la señora Zavala en Washington y en las vueltas al pasado.

Encuentros cercanos con el senador John McCain

La precandidata presidencial del PAN Zavala quiso, y logró, una reunión con el senador por el estado de Arizona del Partido Republicano -el mismo de Ronald Reagan y Donald Trump-, John McCain.

McCain, con expediente de marine es un redomado militarista. No sólo: Según registros hemerográficos, el senador por Arizona es poco amable con sus compañeros de partido: Al senador republicano Chuck Grassley le asestó en alguna oportunidad el siguiente adjetivo: Un maldito idiota. ¿Misógino? McCain llegó a expresar públicamente su desprecio a Chelsea, hija de Bill y Hillary Clinton, por fea.

 Simples gajes de la oratoria, los de McCain. Pero aquí damos una vuelta al pasado, más cercano.

En 2008, el republicano John McCain fue contendiente en la presidencial contra el candidato demócrata Barack Obama. En su campaña electoral visitó México: Lo recibió exultante el presidente mexicano Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa. No recordamos si en el protocolo participó la señora Zavala.

Nada de puentes: Más bardas fronterizas

Lo que sí  recordamos es que, en su campaña, el candidato McCain encaró a su rival Obama cuando éste propuso la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN.), de lo que se colige que el tema ya estaba en la agenda demócrata. El republicano matizó después su posición en ese punto.

Lo que no matizó el republicano McCain fue su voto senatorial en favor de más bardas en la frontera con México y en el tema de Seguridad Nacional, en los que se comprometió a deportar a dos millones de inmigrantes indocumentados. Lo que ahora empieza a cumplir Trump.

Con ese personaje quiso reunirse en Washington, y lo logró, la presidenciable panista Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón Hinojosa, quien denuncia que en México existe una tendencia de volver al pasado, sin especificar a cuál.

Vueltas al pasado: La noche quedó atrás/ pero me envuelve/ negra como un abismo entre ambos polos… Esto lo escribió, ya inmigrante en los Estados Unidos, el europeo Jan Valtin. Es cuanto.

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