Voces del Periodista Diario

El apetecible legado de Gamboa Pascoe

El lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

Aunque no se cuantifican montos de capital, lo que revela el nuevo escándalo de Papeles del paraíso es el añejo vicio de ciertos poderosos mexicanos de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.

Tener la riqueza generada por el trabajo de todos los mexicanos en paraísos fiscales, no es ilegal, se apresuró a dictaminar el nada más, pero nada menos, secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreñas. Si lo dice un doctor en Economía, mucho de derecho debe saber.

Señalamos al conocerse ese nuevo ruin episodio y  la lista de protagonistas, que para el morbo estaba el nombre de Joaquín Gamboa Pascoe, quien después de levantarse un monumento a sí mismo en el atrio de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), a los meses murió.

Campeón en contratos de protección empresarial

Yerno de un miembro del secretariado nacional de la CTM, Gamboa heredó la franquicia de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal. Eso le sirvió de peaje para ingresar por el PRI a las cámaras legislativas federales.

No sólo. Se hizo del control del Senado. En célebre reunión interparlamentaria México-Estados Unidos con sede en California, los aviones de la comitiva fueron interceptados en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Venían atiborrados de fayuca.

Murió el líder nacional de la CTM, Leonardo Rodríguez Alcaine, y por ministerio de ley le tocó la posición a Gamboa. Méritos le venían desde lejos. En 1989, siendo secretario del Trabajo, Arsenio Farell Cubillas puso en manos de Carlos Salinas de Gortari un pesado pliego en el que documentaba la condición de Gamboa como campeón en el torneo de los contratos de protección empresarial.

Ese somero expediente basta para sospechar de cómo se hizo de mulas Pedro para eludir el fisco mexicano y confiar su fortuna a los paraísos fiscales del Caribe y el Atlántico, una vez que Suiza se volvió poco confiable en materia de secrecía.

Aceves del Olmo: Hasta la madre de gobernadores rateros

A la muerte de Gamboa tomó su lugar Carlos Aceves del Olmo, quien la semana pasada se ganó unas buenas columnas en los medios impresos con una tronante declaración: “Estamos muy molestos con los gobernadores rateros… porque son la causa de las recientes derrotas del PRI”. Citó expresamente al de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

Aunque “casi todos eran mis amigos, que los refundan al bote y que regresen el dinero que se robaron”, clamó el valiente líder “obrero”.

Legítima la preocupación de Aceves del Olmo por lo que acontece a su partido a causa de los gobernadores rateros. Será porque la CTM ya dejó de tenerlos. Todavía, en vida de Fidel Velázquez, la central temía acreditados en nombre del sector obrero 48 diputados federales, siete senadores y dos gobernadores…

Ayer maravilla fui y hoy ni mi sombra soy. Tanto el Congreso del Trabajo como la Confederación Nacional Campesina llegaron a tener trato preferencial en el reparto candidaturas priistas, en función de sectores obrero y campesino, garantes del voto duro.

Como la clase trabajadora no sirve más a los fines del gobierno neoliberal, el PRI le regatea la representación popular. No obstante, el pasado 9 de noviembre, Aceves del Olmo se encontró con el dirigente del PRI, Enrique Ochoa Reza.

El motivo de esa reunión fue refrendar la alianza histórica PRI-CTM y trazar juntos la ruta del triunfo electoral de 2018 (Je jeje). El “líder obrero” le recordó quedito a su líder, en lo que de candidaturas se trata: Lo que sea su voluntad. Es cuanto.

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