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Estado de México, los signos del 18

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

En atención a las prioridades de su plan sexenal de Gobierno, el debutante mandatario del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza abordó desde los primeros días de su gestión el diseño de su Programa de Seguridad Pública, la demanda más sentida de los mexiquenses, cautivos de la galopante criminalidad.

La entidad de la que es nativo el presidente Enrique Peña Nieto, ha ganado por mérito propio varios campeonatos nacionales en delitos de alto impacto.

Del Mazo Maza se ganó la rifa del tigre que le endosó Eruviel Ávila Villegas. Eruviel la recibió de Peña Nieto.

Antes de hablar de esa docena trágica, es imperativo consignar algunos antecedentes.

De cómo los sinaloenses “ganaron la plaza”

En el sexenio de Carlos Hank González, como consecuencia de la Operación Cóndor aplicada en los años setenta por el gobierno federal sobre el Triangulo dorado de la droga (Sinaloa, Durango y Chihuahua), a municipios periféricos de Edomex -Atizapan concretamente- arribaron los primeros jefes narco que huyeron de Sinaloa.

A Alfredo del Mazo González, segundo de la dinastía gobernante en el Estado de México, le tocó el auge de esa perniciosa inmigración. Ya con Arturo Montiel Rojas, extensiones de los cárteles sinaloenses habían ganado la plaza.

Entre Montiel Rojas y Peña Nieto, se aclimataron extensiones de La familia michoacana y Los caballeros templarios.

Bajo dominio criminal, 96 municipios mexiquenses

Al arrancar esta semana, desde Toluca empezó a circular un expediente que tiene como fuente el Atlas de Seguridad y la Defensa de México.

Según el Atlas, en 2004 se tenían identificadas en todo el país seis organizaciones traficantes de droga. Para 2010, el censo hablaba ya de 10.

En 2014, sólo en el Estado de México, se detectaron 14 grupos criminales de esa actividad con presencia en 96 municipios mexiquenses.

La acción envolvente se observó originalmente desde los municipios mexiquenses del Oriente, los más populosos y con mayor índice de marginación socioeconómica.

Años de impunidad, propiciaron que la presencia de los cárteles de la droga se extendiera a municipalidades contiguas a los estados de Michoacán y Guerrero, donde la prosperidad se dejó ver en paraísos residenciales exclusivos para familias o grupos de alto poder adquisitivo.

En el periodo analizado se vio la contraparte de los cárteles del Pacífico ocupando territorios mexiquenses bajo los sellos del Cártel del Golfo, su desprendimiento Los Zeta y algunos grupos subsidiarios.

Ahora la “marca” que compite en el Estado de México es Nuevo Imperio, según la información que sirve de referencia a esta entrega.

Lo que preocupa de esa situación, es que el Estado de México, como se apreció en las elecciones de gobernador el pasado mes de junio, es la plataforma desde la cual se pretende definir la Sucesión Presidencial de 2018. Grave asunto.

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