Voces del Periodista Diario

“La ideología no se come”

Foto amplificada de don Abraham García IbarraEl lecho de Procusto

Por Abraham García Ibarra

No deja de ser emocionante que, en el Teatro de la sucesión presidencial de 2018, algunos episodios se vean impactados por graves acentos sibilinos. En esos menesteres, brotan como hongos los oráculos que no son, necesariamente, las agencias encuestadoras.

Nos ponen en trance, por ejemplo, los llamados a tapar La oscura caverna del populismo. Aunque todavía no se reparten los utensilios para acometer tan histórica misión.

Puesta en escena la obra Frente Ciudadano por México (FCM), cuyo libreto parece haber sido escrito desde ultratumba por Chespirito, hay actos en que el público no sabe si reír, llorar o ponerse a rezar.

En el reparto del FCxM, ahora vemos a alguien que, para darle sabor a la tragicomedia, aparece caracterizando a Morticia.

Citamos al personaje, porque hace dos semanas le leímos un parlamento en el que afirma que la gente no come ideología. En efecto, ahora éste platillo no está en el menú de aquellos que, simulando ideología, obtuvieron rendimientos en dólares para comprarse algunas modestas propiedades inmobiliarias en exclusivos desarrollos residenciales en Florida.

Cuando Cárdenas Solórzano aglutinaba de veras

Cambio de página: En 1988, fuimos testigos de cómo un emergente movimiento electoral fracturó la hegemonía política del PRI, antaño reputado de invencible.

En 1989, a convocatoria de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, apareció el Partido de la Revolución Democrática (PRD), uno de cuyos primeros lemas fue Democracia ya, Patria para todos. Nos pareció que representaba una idea-fuerza.

Tan se trataría de una idea que, a la formación del PRD, concurrieron diversas corrientes que provenían de las viejas formaciones comunistas y socialistas, que se hermanaron a otras tricolores que postulaban el nacionalismo mexicano. Obviamos la convicción que las tres tendencias tenían soportes ideológicos.

El dato que queremos subrayar es que, en la campaña de 1988 del Frente Democrático Nacional (FDN), en torno al candidato presidencial, el nombrado Cárdenas Solórzano, vimos parvadas juveniles que todavía lo acompañaron en su campaña de 1994.

En los sucesivos relevos en las dirigencias nacional y estatales del PRD, aparecieron, ya maduritos, no pocos de aquellos jóvenes combatientes. Cambiaron de doctrina, no de entrañas. Luego se adhirieron al fáctico Pacto por México, “porque la ideología no se come”.

Los chicos que dieron testimonio de su solidaridad humanitaria

Lo que motiva este tema es que, a partir del 8 de septiembre, en la Ciudad de México lo primero que vimos rumbo a Oaxaca y Chiapas fue a entusiastas y brigadas universitarias que dieron testimonio de su solidaridad humanitaria.

Esas misiones mozas se multiplicaron a partir del 19 de septiembre en los estados del altiplano fracturados por los terremotos.

Ayer por la tarde incursionamos por la ruta del ¡2 de Octubre no se olvida! Ahí vimos a no pocos integrantes de aquellas brigadas auxiliadoras recordando a las víctimas de La matanza en la Plaza de las Tres Culturas.

“Se reserva el derecho de admisión” a los decrépitos dirigentes de la partidocracia, pudo ser uno de los carteles de la marcha conmemorativa.

Lo que de la emotiva experiencia de ayer nos queda es que, entre los contingentes juveniles -de entre 15 y 25 años- que, bloqueando la penetración de provocadores seudoanarquistas, se manifestaron contra la cleptocracia mexicana, vimos una columna que nos llamó la atención.

Esa columna juvenil exhibía banderines y pancartas, y repartía ejemplares periodísticos con el logo Partido Comunista de México (14 años, indica una data).

Por andar comprometidos en la solidaridad humanitaria, los chicos no se han dado tiempo de leer el apotegma amarillo: La ideología no se come. Es cuanto.

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