ESTADOS UNIDOS, (RT), 24 de agosto de 2018 .- Trump fue muy criticado por su cumbre con Vladímir Putin en Helsinki, mientras que el exjefe de la CIA, John Brennan, lo tachó de “traidor”, acusación que tiene “implicaciones alarmantes”, alerta un experto.
Los recientes ataques a Donald Trump por su reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, y los elogios al exdirector de la CIA, John Brennan, por criticar al mandatario estadounidense revelan algo “realmente siniestro” y son síntoma de una “profunda crisis” en EE.UU., opina Stephen F. Cohen, profesor emérito de Historia, Ciencias Políticas y Estudios Rusos en la Universidad de Princeton y de Nueva York, en un artículo para The Nation.
De entrada, el analista recuerda que desde Dwight Eisenhower en la década de 1950, todos los presidentes estadounidenses han celebrado una o más cumbres con los líderes del Kremlin —en primer lugar, para “evitar errores de cálculo” que podrían desencadenar “una guerra entre las dos superpotencias nucleares“—, y en general, todos recibieron apoyo bipartidista para hacerlo. Sin embargo, cuando Trump continuó esa tradición en julio al reunirse con el presidente ruso Putin en Helsinki, “fue duramente criticado por gran parte del ‘establishment'”.
“Acusación alarmante”
Mientras tanto, John Brennan, director de la CIA bajo la presidencia de Obama, fue mucho más allá y caracterizó la rueda de prensa conjunta de Trump y Putin como “nada menos que traidora”. “Presumiblemente en reacción”, Trump revocó la autorización de seguridad a Brennan —el acceso a información clasificada generalmente otorgado a exoficiales de seguridad—, acción por la que el exjefe de la CIA fue inmediatamente “heroizado” en la mayoría de los medios políticos como “un avatar de las libertades civiles y de la libertad de expresión”, mientras que Trump fue tachado como un enemigo de las mismas, recuerda Cohen.