La Piedra en el Zapato
Por Abraham García Ibarra
Materia no tan noticiosa la que vamos a abordar, empezaremos por situarla en este escenario: El Valle de México (CDMX-Estado, para darle territorio específico) está poblado por casi 26 millones de compatriotas.
Corresponden al estado de México, 17.1 millones de personas. A la Ciudad de México, ocho millones 800 mil.
Si la suma del deterioro de los indicadores sociales retrata una crisis social, según recientes evaluaciones de las políticas de desarrollo el Estado de México vive una perpetua crisis humanitaria. Pobreza y miseria, son sus rasgos más comunes.
Aunque no en la magnitud que presenta el estado, la Ciudad de México, con la mitad de población vis a vis con la de la entidad vecina, padece los mismos graves síndromes sociales. Éstos convergen en los municipios mexiquenses y en las nuevas alcaldías conurbados.
De la problemática que comparten esas dos entidades, están las de movilidad humana y automotriz, inseguridad en el transporte particular y público, contaminación del área en grado de contingencia ambiental, que se declara hasta de seis a ocho veces entre la primavera y el verano.
En la temporada pluvial, las localidades ubicadas en el oriente del valle sufren frecuentes y devastadoras inundaciones por la deficiencia o ausencia de obras de infraestructura urbana suficientes para el desfogue del caudal de las precipitaciones.
Dos millones 800 mil horas-hombres perdidas
Volvemos al dato de entrada: Casi 26 millones de seres humanos. Por razones laborales, educativas, médico-hospitalarias, de convivencia familiar o recreativas, etcétera, hay un diario flujo incesante de ida y vuelta entre las dos entidades.
La transportación de esos cotidianos migrantes se hace en más de tres millones de vehículos particulares y en servicios públicos, en su más alto porcentaje concesionados o permisionados. Esto es, privatizados.
En cuanto corresponde al servicio de transporte colectivo, estudios recientes informan que, con impacto a la productividad laboral, en los recorridos se pierden diariamente más de dos millones 800 mil horas hombre (unos 70 millones de pesos al día).
En promedio, 63 por ciento de los usuarios del estado de México requieren tomar de dos a cuatro rutas para llegar a su destino; 31 por ciento, más de cinco transbordos. El gasto en dinero, es de 30 y hasta 90 pesos al día (la segunda cifra, mayor a la del salario mínimo); en horas, cuatro.
Rentables concesiones de las “vías rápidas”
En el caso de las personas o familias que se trasladan en sus propias unidades, a más del costo en tiempo y combustibles, tienen la opción de las “vías rápidas” concesionadas a empresas preferentemente extranjeras, por cuyo uso tienen que pagar onerosas tarifas de peaje de ida y vuelta.
Algunos datos de servicios de transportación compartidos entre las dos entidades: El Sistema de Transporte Colectivo (Metro) reporta hasta siete millones de viajes diarios; el Metrobús, un millón 800, el trolebús unas 625 mil y otros servicios un millón 100 mil.
Entre las localidades más pobladas, por su baja tarifa, se prefieren los micros, verdaderos cacharros habilitados en los que el pasajero se juega la vida. La Ciudad de México tiene registrados 20 mil. Su falta de mantenimiento los convierte en atroces tributarios de la contaminación ambiental.
Tres mil millones, déficit en mantenimiento del Metro
En el estado de México, el registro es de 161 mil unidades concesionadas. Con frecuencia, entre los concesionarios se producen violentos enfrentamientos por acusaciones mutuas de piratería. Por esta causa, es ordinario ver en Toluca y otras cabeceras municipales, y aún en las autopistas, manifestaciones y bloqueos en protesta contra las autoridades del gobierno del estado.
El Metro de la Ciudad de México es un verdadero caos. La mayor parte de sus trenes tienen ya más de 750 mil kilómetros recorridos, lo que revela su caducidad. Se calcula que el sistema opera con un millón de usuarios de sobrecupo. Tiene un déficit de tres mil millones de pesos al año, requeridos para su mantenimiento.
De manera directa e indirecta, esa problemática afecta permanentemente a casi 26 millones de compatriotas. En la Ciudad de México, los servicios del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, son requeridos por 90 mil pasajeros al día. Éstos son prioridad para el mexiquense Enrique Peña Nieto ¡Qué le vamos a hacer! Es cuanto.