Por Salvador Martínez G.
La crisis de salud que afecta al mundo entero por el Covid-19, no sólo se ha trasformado también en una severa crisis económica, sino además amenaza la estabilidad política de muchos Estados, con gobiernos puestos a prueba en momento cruciales.
Contrario a lo que pudiera pensarse, uno de los países que más está afectado en lo sanitario, económico y político es Estados Unidos, con más de 150 mil infectados por coronavirus, una economía cuasi paralizada, y un gobierno, el de Donald Trump, severamente criticado, lo que amenaza su reelección en noviembre próximo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que agrupa a las 20 economías más grandes del mundo (México incluido), advierte que las medidas de confinamiento por la pandemia suponen una reducción de la actividad económica de hasta en un tercio en las grandes economías del mundo.
Se calcula que cada mes que se mantenga esta situación en las naciones desarrolladas se restarán dos puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en este año.
De esta forma la recesión mundial es inevitable, de acuerdo al secretario general de la OCDE, José Ángel Gurria, quien hace un llamado a las 20 economías más grandes del mundo a poner en marcha “un plan Marshall global”, en alusión al programa implementado por Estados Unidos al término de la segunda guerra mundial para recuperar las economías de las naciones aliadas.
Esta propuesta aún no aceptada, tampoco tiene certidumbre en su eficacia, mientras los gobiernos de muchas naciones, E.U.A., Italia, Francia, España o Gran Bretaña, se ven políticamente debilitados ante la inconformidad política y social por la incapacidad mostrada hasta hoy para al menos frenar al coronavirus, pandemia de gravedad nunca antes vista en el orbe.
Las consecuencias políticas en esas y otras naciones se manifestarán con toda claridad en este mismo año.
SUSURROS
La Consultora Comunicación Política Aplicada, llevó a cabo una interesante encuesta del 18 al 25 de marzo pasado, sobre “¿Cómo nos informamos o reaccionamos sobre el coronavirus los mexicanos?”.
Vale la pena analizar sus resultados ya que quien obtuvo la mejor calificación, con los más altos niveles de credibilidad, fue el Gobierno Federal, específicamente el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, con una aceptación del 38.96 por ciento en el total de la muestra.
En segundo lugar, en el muestreo lo ocupó la Organización Mundial de la Salud (OMS) con un alcance de 37.40 por ciento de credibilidad.
Después hay un acentuado descenso hasta el 9.61 por ciento en el que se le ubica al presidente de la República, que sin embargo, está muy por arriba de la credibilidad que se les concede a los políticos de oposición, cuyo nivel es de menos del uno por ciento, apenas 0.26 de un punto.
Los organismos internacionales también están por debajo de López Obrador, con 6.75 por ciento; con menor aceptación los medios de comunicación 2.60 por ciento; los ciudadanos sólo 1.56 por ciento; los periodistas 1.56 por ciento y los líderes de opinión apenas 1.30 por ciento.
Así los datos.