Tohá dijo que en uno de los casos las llamas alcanzaron a un automóvil y sus dos ocupantes fallecieron calcinados, y en el otro se trató de un accidente cuando trataban de escapar del fuego.

El Gobierno decretó este viernes el Estado de Emergencia por Catástrofe en Biobío y Ñuble, donde más de 100 viviendas fueron destruidas y unas 10 mil hectáreas de bosques y terrenos están calcinadas hasta ahora.

Testimonios de vecinos indican que nunca antes ocurrieron incendios tan potentes en el sur de Chile.

El fuego también consumió una instalación maderera en Arauco, una urbe ubicada a 70 kilómetros de la ciudad de Concepción.

Para coordinar las labores de combate llegaron a la zona los ministros de Agricultura, Esteban Valenzuela; de Defensa, Maya Fernández, y el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.

El presidente Gabriel Boric interrumpió sus vacaciones para monitorear los sucesos y viajó a Ñuble y Biobío para determinar de primera mano las necesidades de la población.

La intensidad de los incendios está incrementada por la ola de calor en las regiones afectadas, donde los termómetros pueden rebasar hoy y mañana los 40 grados centígrados.

Además sopla un viento fuerte y muy seco que dificulta mucho más las tareas de los bomberos y el personal de la Corporación Nacional Forestal.