Voces del Periodista Diario

El pacto que firman Rusia y Corea del Norte es la alianza más sólida consolidada desde la Guerra Fría.

Por Paco Baca

El presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano
Kim Jong Un firmaron el miércoles 19 de junio del
2024 un acuerdo que promete ayuda mutua si alguno
de los dos países enfrenta una agresión un pacto
estratégico que se produce en momentos en que
ambos enfrentan amenazas cada vez mayores con
Occidente.

Los detalles del acuerdo no quedaron claros en la
primera instancia, sin embargo, marcaron la conexión
más fuerte entre Moscú y Pyongyang desde el final
de la Guerra Fría. Ambos líderes lo describieron
como una importante mejora de sus relaciones, que
abarca la seguridad, el comercio, la inversión, los
acuerdos culturales y humanitarios.
La cumbre se produjo cuando Putin visitó Corea del
Norte por primera vez en 24 años y Estados Unidos y
sus aliados expresaron su creciente preocupación por
un posible acuerdo armamentístico en el que

Pyongyang proporcione a Moscú las municiones que
tanto necesita para su guerra en Ucrania, a cambio
de asistencia económica y transferencias de
tecnología que podrían aumentar la amenaza que
representa el programa de armas nucleares y misiles
de Kim Jong Un.

Kim dijo que ambos países tienen una amistad muy
fuerte y que el acuerdo era el tratado más fuerte de
la historia lo que coloca la relación al nivel de
alianza. Y aseguró su pleno apoyo a la guerra de
Rusia en Ucrania.

Putin lo calificó como un documento innovador que
refleja los deseos compartidos de llevar las relaciones
a un nivel superior.

Corea del Norte y la antigua Unión Soviética firmaron
un tratado en 1961 que, según los expertos, estaría
firme la intervención militar de Moscú si Corea del
Norte era atacada. El acuerdo fue descartado
después del colapso de la URSS, reemplazado por
uno en 2000 que ofrecía garantías de seguridad más
débiles. Y por ahora, no quedó claro si el nuevo
acuerdo proporciona un nivel de protección similar al
tratado de 1961.

Lo que las circunstancias actuales,
podrían hacerlo igual en términos de cooperación
militar o incluso superior en cuanto alcance.

Kim Jong Un se reunió con Putin en el aeropuerto,
donde los dos estrecharon las manos, se abrazaron
dos veces y se transportaron juntos en una limusina.
La enorme caravana recorrió las calles iluminadas de
la capital, donde los edificios resaltaban decorados
con banderas rusas gigantes y retratos de Vladimir
Putin.

Putin fue recibido el miércoles por la mañana en una
ceremonia en la plaza principal de la ciudad, llena de
lo que parecían ser decenas de miles de
espectadores, niños con globos y personas vistiendo
camisetas con los colores rojo, blanco y azul
conteniendo las banderas de ambos países. Las
multitudes en las calles coreaban Bienvenido Putin
y entre flores y banderas agitadas al paso de la
comitiva.

Putin y Kim saludaron a la guardia de honor y
caminaron por la alfombra roja. Kim Jong Un
presentó a miembros clave de su gabinete, incluido el
ministro de Relaciones Exteriores, Choe Son Hui; el

principal asesor y secretario del partido gobernante,
Jo Yong Won; y la poderosa hermana del líder, Kim
Yo Jong.

En sus conversaciones, Putin agradeció a Kim Jong
Un por el apoyo de Corea del Norte en Ucrania, parte
de lo que dijo que era una lucha contra las políticas
hegemónicas imperialistas de Estados Unidos y sus
satélites contra la Federación Rusa.

Putin elogió los lazos que los ubicó en el ejército
soviético que luchó contra el ejército japonés en la
península coreana al final de la Segunda Guerra
Mundial, y el apoyo de Moscú a Pyongyang durante
la Guerra de Corea.

No se detalló la clase de apoyos a los que se
comprometieron en el acuerdo. Sin embargo las
explicaciones del acuerdo por parte de Putin y Kim no
especificaron cuál será la asistencia mutua en caso
de agresión contra cualquiera de los dos países: si se
refieren al manejo en alianza en tropas, material o
algún otro tipo de apoyo.

Corea del Norte está sometida a fuertes sanciones
del Consejo de Seguridad de la ONU por su
programa de armas, mientras que Rusia también
enfrenta sanciones de Estados Unidos y sus socios
occidentales por su invasión de Ucrania.

Funcionarios estadounidenses y surcoreanos acusan
a Corea del Norte de proporcionar a Rusia artillería,
misiles y otros equipos militares para su uso en
Ucrania, Muy probablemente a cambio de tecnologías
y ayuda militar clave.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados
Unidos dijo que, en los últimos meses, Washington
ha visto a Corea del Norte transferir ilegalmente
docenas de misiles balísticos y más de 11.000
contenedores de municiones para ayudar al esfuerzo
bélico de Rusia.

Kim Jong Un ha utilizado un lenguaje similar
anteriormente, asegurando constantemente que
Corea del Norte apoya lo que describe como una
acción justa para proteger los intereses de Rusia y
culpando de la crisis a la política hegemónica de
Occidente.

Tanto Pyongyang como Moscú niegan las
acusaciones de transferencias de armas, lo que
violaría múltiples sanciones del Consejo de
Seguridad de la ONU que Rusia respaldó
anteriormente.

Junto con China, Rusia ha proporcionado cobertura
política a los esfuerzos de Kim Jong Un para avanzar
en su potencial nuclear, bloqueando repetidamente
los esfuerzos liderados por Estados Unidos para
imponer nuevas sanciones de la ONU a Corea del
Norte por las pruebas de sus armas.

En marzo pasado, un veto ruso en el Consejo de
Seguridad puso fin a la supervisión de las sanciones
que la ONU promovió contra el gobierno de Corea del
Norte por el desarrollo de su programa nuclear, lo
que provocó señalamientos occidentales afirmando
que Moscú está tratando de evitar el escrutinio del
mundo mientras le compra armas a Pyongyang.

El asesor de asuntos exteriores de Putin, Yuri
Ushakov, dijo a periodistas en Pyongyang que los
líderes de ambos países intercambiaron regalos
después de las reuniones. Putin le regaló a Kim Jong

Un, una limusina Aurus de fabricación rusa entre
otros regalos, incluido un juego de té y una daga de
oficialía naval.
Ushakov dijo que los regalos de Kim a Putin incluían
obras de arte que representaban al líder ruso.

Más tarde, Putin y Kim asistieron a un concierto en el
que marcharon soldados, mostraron armas, bailaron
y cantaron canciones patrióticas. Putin aplaudió y
habló con Kim a través de un traductor, diciendo algo
que hizo reír a ambos. Quizás un chiste local.

Putin también visitó el Templo de la Trinidad
Vivificante en Pyongyang y entregó un icono de la
Trinidad a la Iglesia Ortodoxa.

En la cena previa a su partida a Vietnam, Putin citó
un proverbio ruso que dice un vecino cercano es
mejor que un pariente lejano mientras Kim brindaba
por la inmortalidad de las invencibles relaciones
entre la República Popular De Corea del Norte y
Rusia que son la envidia del mundo.

Putin comentó que la asociación incluiría la
cooperación en los aspectos político, comercial, de
inversión, cultural y humanitario, además de
seguridad regional. Agregó que Rusia no descarta
desarrollar la cooperación técnico-militar con Corea
del Norte.

El sitio web del Kremlin señaló que también firmaron
un acuerdo para construir un puente vial en su
frontera, y otro sobre cooperación en atención
médica, educación médica y ciencia.

En Washington, el secretario de Estado de Estados
Unidos, Antony Blinken, dijo que la visita de Putin a
Corea del Norte ilustra cómo Rusia intenta, en su
desesperación, desarrollar y fortalecer las relaciones
con países que pueden proporcionarle lo que
necesita para continuar la guerra de agresión que
inició contra Ucrania.

Koo Byoungsam, portavoz del Ministerio de
Unificación de Corea del Sur, que maneja los asuntos
intercoreanos, dijo que el gobierno de Seúl aún está
interpretando los resultados de la cumbre, incluida la
respuesta de Rusia si Corea del Norte es atacada.

China es el mayor aliado y respaldo económico de
Corea del Norte, representando la mayor parte del
comercio del país. El portavoz del Ministerio de
Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, dijo que los
intercambios de alto nivel entre Moscú y Pyongyang
son &acuerdos bilaterales entre dos estados
soberanos, sin dar una evaluación específica de los
acuerdos.

Sam Greene, del Centro para el Análisis de Políticas
Europeas, dijo que el viaje de Putin a Pyongyang es
una indicación de cuán en deuda está con otros
países desde que invadió Ucrania.

El viaje es una buena manera de poner nervioso a
Occidente al demostrar que Moscú tiene intereses e
influencia más allá de Ucrania, agregó Greene.
Corea del Norte también podría tratar de aumentar
las exportaciones de mano de obra a Rusia y otras
actividades para obtener divisas extranjeras
desafiando las sanciones de la ONU.

Según el Instituto para la Estrategia de Seguridad
Nacional, un grupo de expertos dirigido por la
principal agencia de espionaje de Corea del Sur. Es
probable que haya conversaciones sobre la
expansión de la cooperación en agricultura, pesca y
minería y una mayor promoción del turismo ruso a
Corea del Norte, dijo el instituto.

En este momento las tensiones en la península
coreana se encuentran en su punto más alto en años,
con el ritmo de las pruebas de armas de Kim Jong Un
y los ejercicios militares combinados que involucran a
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón
intensificándose en una escalada de tensiones.

Hasta este momento, las dos Coreas se han
enfrascado en una guerra psicológica al estilo de la
Guerra Fría en la que Corea del Norte arrojó
toneladas de basura sobre Corea del Sur con globos,
y por su parte Corea del Sur transmite propaganda
antinorcoreana con sus altavoces.

Por el momento, el mundo solo observa, y ya se verá
en los próximos meses, si esta alianza, pasa a ser
estratégica y operativa, implicando no solo una
cooperación de carácter dipomático, sino una
respuesta conjunta desde el punto de vista militar en
un terreno que hubiese sobrepasado las instancias
de entendimiento entre las naciones que ahora se
encuentran los preparativos de la tercera guerra
mundial, así como se mencionaran en el debate del
pasado 27 de junio, donde los candidatos a la
presidencia de los Estados Unidos, Trump y Biden,

se acusaron mutuamente de ser los responsables
con sus políticas de llevar al mundo a una tercera
guerra mundial. Y quizás esto, sea una de las
respuestas, a las alianzas estratégicas entre Moscú y
Poingyang.
El tiempo, lo esclarecerá.

X@pacobaca

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