© AP Photo / Evan Vucci
Las alabadas agencias de inteligencia estadounidenses son una “pompa de jabón de mentiras”, señaló la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova. De esta forma, la vocera reaccionó a las revelaciones aparecidas en EEUU de que el autor del atentado contra Donald Trump preparó el ataque a la vista de la Policía, que tomó escasas medidas.
“Es decir, una persona que obviamente no es miembro del Servicio Secreto que vigila el evento, simplemente se pasea con un telémetro óptico [para calibrar la distancia] en vísperas de la aparición en público de la persona protegida [el candidato presidencial, Donald Trump]. Y el Servicio Secreto de EEUU ni siquiera se preocupó. O fingió que no le importaba”, escribió Zajárova.
La vocera también ironizó sobre el hecho que en sus comunicaciones mutuas, los agentes de policía se refirieran al Servicio Secreto de Estados Unidos como las SS (abreviado de Schutzstaffel, una organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf Hitler en la Alemania nazi).
“Pero sobre el fondo de todo lo demás ya parece un bonito marasmo”, planteó.
A continuación, la portavoz de la Cancillería rusa sugirió a los servicios de inteligencia estadounidenses que “reasignaran a un par de centenares de agentes que siguen a los diplomáticos rusos de un lado a otro en un vano intento de persuadir a colaborar para tapar con ellos los verdaderos agujeros en la seguridad [o] al menos [la de] los altos cargos de la política de EEUU”.
“Se entrometen en todas partes, interfieren en todo, se proclaman excepcionales y los mejores, pero en realidad no son más que una pompa de jabón con mentiras y engaños dentro”, resumió Zajárova.
De acuerdo con el artículo de New York Times publicado el 28 de julio, más de hora y media antes de que el candidato presidencial Donald Trump fuera tiroteado, los agentes de policía se enviaban mensajes de texto con fotografías del tirador —Thomas Matthew Crooks— que paseaba libremente por la zona donde iba a hablar Trump y calibraba distancias con un telémetro óptico.
Además, los periodistas descubrieron que el edificio, desde cuyo tejado disparó Crooks, estaba excluido del perímetro de seguridad del Servicio Secreto de EEUU la víspera del ataque, así que para llegar al lugar el tirador no debía pasar por ninguna inspección.
Por fin, el autor del atentado buscaba en internet la información sobre la distancia que separaba a Lee Harvey Oswald de John F. Kennedy, y tenía sus propios drones, que lanzó la víspera del mitin en el que apareció Donald Trump, detalla el periódico.
“Debería estar muerto”: Donald Trump tildó de “fantástico” el trabajo del Servicio Secreto
El atacante de Trump fue abatido, mientras que un asistente del evento falleció y dos personas más resultaron heridas de gravedad.
A su vez, la directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle, califico el intento de asesinato como “el fracaso operativo más grande” de la agencia.