© AFP 2023 / Haidar Mohammed Ali
La temporada de huracanes de este 2024 pone en grave riesgo la producción de gas natural licuado (GNL) en Estados Unidos y podría representar un duro golpe a la economía del país, advirtió una nota del portal ‘Foreing Policy’ publicada este 7 de agosto.
La publicación recuerda que gran parte de las plantas de licuefacción de gas de EEUU están en zonas vulnerables a los impactos de los huracanes.
De acuerdo con el medio, tanto Europa occidental como Asia oriental han pasado a depender cada vez más de los cargamentos estadounidenses de gas natural en los últimos años, debido al aumento de la demanda energética.
“A muy corto plazo, gran parte de esa demanda podría estar en peligro si se cumplen las previsiones de una temporada de huracanes severos; incluso las tormentas relativamente suaves, como el huracán Beryl cuando tocó tierra en EEUU, pueden interrumpir las operaciones de GNL estadounidense durante semanas”, señaló el medio.
Para este año, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) prevé una temporada de tormentas mucho más intensa de lo habitual, con entre cuatro y siete huracanes de gran intensidad. Lo anterior, resultado de una combinación de factores como la persistencia del fenómeno La Niña, temperaturas oceánicas récord y un fuerte monzón en África Occidental.
El problema, según ClearView Energy Partners, una consultora energética, es que alrededor del 90% de la capacidad de GNL de Estados Unidos es vulnerable a las interrupciones relacionadas con las tormentas, es decir, más de 10.000 millones de pies cúbicos diarios de capacidad de exportación de GNL, señaló el portal.
Estas posibles interrupciones, sobre todo si se producen en la época más calurosa del verano, podrían suponer un grave problema para Europa y Asia, según Kevin Book, director general de ClearView, sobre todo porque ambas regiones sufren las consecuencias de otras interrupciones del suministro energético en el mar Rojo y, si las hostilidades entre Israel e Irán se intensifican, quizá pronto en el estrecho de Ormuz.
Las perspectivas inmediatas de las exportaciones estadounidenses de gas natural son mucho más complicadas para Asia, que ha sido el principal impulsor del crecimiento de la demanda de gas en lo que va de año y que está acaparando los cargamentos estadounidenses que antes iban en otra dirección.
Las exportaciones estadounidenses de GNL durante los cinco primeros meses del año (los últimos datos disponibles) se han triplicado a China y más del 60% a Japón en comparación con 2022.
Al igual que las temperaturas más cálidas del agua que están provocando la formación de más huracanes, el aumento de la demanda de gas en Asia durante el verano puede atribuirse en parte al cambio climático. La India, China y Japón se enfrentan a olas de calor sin precedentes que, a su vez, generan una mayor demanda de aire acondicionado y, por tanto, de combustible para generar electricidad.
Esta es una de las razones por las que cualquier interrupción a corto plazo podría ser problemática. Un menor suministro haría subir aún más los ya elevados precios del GNL, lo que supondría un lastre para el crecimiento de Asia oriental. Y el aumento de la demanda de GNL de este año ha coincidido con una ligera contracción de la disponibilidad de GNL en el mercado, un desequilibrio que no se corregirá hasta finales de este año, como muy pronto.
Además, resalta Foreing Policy, este año en un intento de apaciguar a los votantes preocupados por el clima que miran con recelo cualquier tipo de combustible fósil, el Gobierno de Biden anunció una pausa en la concesión de futuros permisos para proyectos de GNL en Estados Unidos.
Aunque la medida no afectó a la avalancha de posibles exportaciones estadounidenses que ya se están tramitando, molestó a los clientes estadounidenses de Asia y Europa.
En julio, un tribunal de Luisiana anuló la pausa del GNL, aunque el Gobierno de Biden, y cualquier gobierno futuro, sigue teniendo un margen de maniobra casi total para decidir qué proyectos autorizar y por qué motivos.
Sputnik 10.08.2024