Un cuidador de ancianos italiano se presentó este jueves a una comisaría de Carabineros en la ciudad de Caserta, cerca de Nápoles, y confesó haber asesinado a cuatro adultos mayores. “Lo hice porque no quería verlos sufrir. Deténganme antes de que vuelva a matar” afirmó el cuidador, de acuerdo con medios locales.

Mario Eutizia, de 48 años, administró dosis letales de sedantes a cuatro hombres, todos pacientes con cáncer, en una especie de eutanasias al margen de la ley. El napolitano se califica a sí mismo como un “ángel de la muerte” y asegura que no causó dolor ni recurrió a la violencia con sus víctimas, y que las acompañó hasta el final.

“Lo hice para llevarlos suavemente a la muerte, por compasión y misericordia cristianas y porque estaban enfermos y sufriendo”, dijo a la fiscal Annalisa Learnato, citado por el diario Il Messaggero.

Eutizia conocía bien los fármacos porque él mismo había sido paciente con cáncer. Sabía del sufrimiento de esas personas y fue precisamente eso lo que lo llevó a actuar, explicó la fiscal. “Necesito que alguien me detenga porque podría volver a hacerlo. Tengo que quitarme un peso de encima“, manifestó Mario a sus abogados, quienes lo acompañaron a admitir su culpabilidad. El cuidador fue llevado a prisión por orden de la Fiscalía de Santa Maria Capua Vetere.

Ninguno de los familiares de las víctimas sospechaba de lo sucedido porque Eutizia siempre había gozado de su confianza y la de las demás personas a las que cuidaba. Ahora con su testimonio se han reabierto las investigaciones de los cuatro casos, que habían sido considerados muertes naturales, y será necesaria la exhumación de los cadáveres. Se sospecha que pueda estar implicado en otros asesinatos.

Rusia Today